Chile tanta costa como ignorancia sobre la importancia del mundo marino. Es la preocupación y el llamado de atención que quedó en el ambiente tras la conversación que tuvo Cristián Warnken con el biólogo marino Rodrigo Hucke, pionero en el estudio de las ballenas en Chile, en el ciclo Pensamiento Propio 2013.

Históricamente se habla de los gigantescos animales que rondan nuestras costas. Desde el siglo XIX que en Chile se cazan ballenas de manera indiscriminada ¿pero cuánto hemos aprendido sobre ellas? En la entrevista presentada por BHP Billiton y realizada este miércoles en Concepción, Rodrigo Hucke dio la lapidaria respuesta: sólo hace escasos 10 años se iniciaron estudios serios al respecto.

El experto explicó que recién el 2003 se lograron los recursos necesarios para sobrevolar las costas y dar con grupos de ballenas en la denominada ecoregión marina chiloense, entre el canal de Chacao hasta la península Taitao. Fueron avistamientos que captaron la atención de la comunidad científica mundial.

Hucke considera que no se está haciendo lo necesario para proteger la biodiversidad marina. Puso como ejemplo la caída de pesquerías, como el jurel, donde hoy se intenta revertir su depredación “cuando ya ha ocurrido la catástrofe”. Advierte que “no podemos esperar a que llegue un momento en que los cambios sean tan grandes en el ecosistema marino, que ya no haya vuelta atrás“.

Estamos actuando como un país que no tiene científicos, que no tiene capacidad y eso es absurdo, porque tenemos mucha capacidad y esfuerzo, pero hay algo que está impidiendo la toma de decisiones de ese nivel para conservar nuestro ecosistema marino y establecer áreas protegidas efectivas. Falta valentía para hacer esas cosas”, lamentó el reconocido biólogo.

Para Cristián Warnken, estamos destruyendo nuestro país por “la falta de visión, la falta de vocación del Estado por su propio territorio, por el ecosistema que describe Rodrigo“. Apuntó que Chile cuenta con un lugar privilegiado para el avistamiento de la ballena azul, pero el descuido del ecosistema de Chiloé o El Corcovado, es impresionante”.

Al término de la actividad, Warnken valoró el interés de los penquistas que estuvieron siempre atentos a las cerca de dos horas de conversación, afirmando que “la gente quiere participar de conversaciones interesantes que nutran el espíritu, que amplíen nuestro conocimiento y nos permitan cuidar y conservar nuestro país”.

Por su parte, Rodrigo Hucke hizo un llamado al mundo político a darse cuenta que la conservación del mar y de nuestro ecosistema merece atención, porque de eso depende todo lo demás. “Si tenemos ecosistemas degradados y no podemos extraer los recursos y vivir de ellos, no van a importar temas como la educación o la pobreza, porque van a haber otras consecuencias“.

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