Seguramente nadie jamás habría pensado que una simple botella de cerveza pudiera causar tanto revuelo. Aunque claro, es distinto cuando esta es enarbolada por el líder de una de las bandas de heavy metal más icónicas del mundo… mientras se presentaba en uno de los festivales de rock más icónicos del mundo.

Se trata de Bruce Dickinson, vocalista de la banda británica Iron Maiden, quien durante su presentación de este domingo al cierre del festival Rock in Rio 2013, no encontró nada mejor que refrescarse en pleno escenario con un trago de “Trooper“, la cerveza que la propia banda lanzó a comienzos de este año.

¿El problema? Que uno de los principales auspiciadores de la jornada es Heineken, marca holandesa que invirtió 23 millones de reales brasileños (más de 5.000 millones de pesos chilenos) en hacerse con el evento musical, sólo para que ahora sea otra marca la que se lleve la atención del público.

Y como si eso no fuera suficientemente problemático, Dickinson se encargó de hacerlo aún peor. Esto porque al sacar su botella, advirtió maliciosamente a la audiencia: “La cerveza que sirven aquí sabe tanto a mierda que tuve que traer la mía”.

No. A Heineken no le hizo ninguna gracia. Tan poca, de hecho, que ya anunciaron que tomarán acciones en contra de la banda o de los organizadores del festival.

“Heineken anuncia que, de momento, está recabando junto a los organizadores de Rock in Rio 2013 más antecedentes sobre lo ocurrido, para tener una visión más precisa de los hechos. Una vez esclarecidos, Heineken evaluará las eventuales medidas a seguir”, anunció en un comunicado recogido por el sitio especializado en publicidad, Mundo do Marketing.

Puedes ver el polémico momento en el minuto 1:44:14 del video, donde Dickinson se toma el tiempo de promocionar su cerveza mientras presenta a los músicos de la banda al ritmo de “Running Free”.

http://youtu.be/I0bPU4waKic?t=1h44m14s