El tifón Usagi, la tormenta tropical más potente del año en el mundo, dejó al menos 25 muertos en el sur de China y paralizó el aeropuerto de Hong Kong, donde decenas de miles de viajeros permanecían bloqueados este lunes.

Acompañado de lluvias torrenciales y vientos violentos de 165 km/h, Usagi (conejo, en japonés) golpeó el domingo las costas chinas a la altura de la ciudad de Shanwei y causó al menos 25 muertos, anunció la televisión nacional china CCTV en su portal de internet.

La agencia de noticias Xinhua informó de la muerte de 25 personas en Guangdond, donde el tifón derribó árboles y destrozó carreteras. Decenas de personas resultaron heridas en accidentes, añadió.

Después de pasar el sábado por Taiwán y Filipinas, la tormenta continuó su trayectoria y evitó casi Hong Kong al pasar más al norte de lo previsto.

Todos los trenes de alta velocidad que salían de Catón, capital provincial de Guangdong, y cientos de vuelos en los aeropuertos de Cantón, Shenzhen y Hong Kong fueron suspendidos.

Más de 47.000 pesqueros permanecieron amarrados en puerto y las escuelas cerraron en 14 ciudades.

Según el Centro Nacional de Meteorología, citado por CCTV, Usagi perderá fuerza a medida que pase por China, actualmente en dirección noroeste.

El aeropuerto internacional Chek Lap Kok de Hong Kong, uno de los más frecuentados del mundo, estuvo paralizado parte del domingo y durante la noche del domingo al lunes.

Pasajeros que querían cambiar sus reservas asediaban los mostradores de las compañías aéreas, después de que el grupo Cathay Pacific y otras aerolíneas que operan en Hong Kong anularan o retrasaran 450 vuelos el domingo.

Los vuelos procedentes de numerosas ciudades, sobre todo Londres, Sídney y Chicago, fueron anulados y miles de personas estaban bloqueadas en la excolonia británica.

Paneles en chino e inglés informaban a los viajeros este lunes por la mañana de que tenían escasas posibilidades de volar a lo largo del día debido a los retrasos acumulados.

Cathay reanudó sus vuelos a mediodía (04H00 GMT del lunes) y 480 vuelos volvieron a ser anulados o retrasados este lunes.

“Hace tanto que esperamos (…) y todavía no podemos marcharnos. ¿Quién no estaría enfadado?”, declaró Iris Ouyang, un ejecutivo que trabaja en Pekín.

Los gestores del puerto de flete marítimo Hong Kong, uno de los más activos del mundo, detuvieron su trabajo desde el sábado por la noche y numerosos petroleros gigantes estaban bloqueados en los canales de acceso, cerca de la orilla.

La bolsa de Hong Kong caía un 0,40% tras su apertura del lunes, día en que los intercambios se produjeron únicamente por la tarde debido al paso del tifón.

Usagi también golpeó el sábado en Taiwán y Filipinas, causando al menos dos muertos y dejando sin electricidad a decenas de miles de viviendas.

El tifón se dirigió primero a las islas Batanes, en el norte de Filipinas, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, provocando daños en las líneas telefónicas y los cultivos

En Taiwán, las autoridades evacuaron a cerca de 3.000 personas. Pueblos situados en el condado de Pintung, en el sur de Taiwán, quedaron inundados, y sus habitantes fueron evacuados por el ejército.

“Pensé que era un tsunami… Nunca había visto algo así”, declaró una señora de 60 años que huía con su perro.

La región registra regularmente tormentas tropicales.

El tifón Bopha arrasó el año pasado el sur de Filipinas, donde provocó inundaciones y corrimientos de tierras que dejaron más de 1.800 muertos y desaparecidos y casi un millón de desplazados.

En agosto de 2009, el tifón Morakot causó unos 600 muertos en Taiwán, la mayoría sepultados.

Hong Kong está mejor protegido contra los tifones gracias a unas normas de construcción muy estrictas. El tifón más mortífero de los últimos 50 años fue Wanda, que causó 130 muertos y 53 desaparecidos en 1962.