Infraestructura, número de educadoras por niño, higiene, alimentación, políticas de convivencia, prevención de abusos, calificación de educadores y técnicos, fueron los criterios que la Junta Nacional de Jardines infantiles, Junji, utilizó durante 2012 para fiscalizar un total de mil 786 recintos, de los cuales un 43 por ciento no cumplió con estos estándares mínimos.

Un 22% de los establecimientos, 397, incurren en faltas graves porque no cuentan con patentes, ni con la cantidad suficiente de educadoras y no presentan resolución sanitaria ni recepción de obras.

También se observaron situaciones anómalas en cuanto a infraestructura, vidrios y techumbres rotas, quedando en la calificación medio bajo, con estándares de funcionamiento mínimo que alcanza al 43% de los casos.

Pese a estos indicadores, no existe la opción de sancionar o cerrar este tipo de recintos, según la Directora Técnica de la Junji, María de la Luz Cano, porque no cuentan con las herramientas legales para hacerlo.

Resaltando, en este marco, la importancia del proyecto de ley en trámite en el Senado, que permitirá regular la calidad de los recintos.

La Comisión de Educación del Senado aprobó este proyecto de Ley impulsado por el Ejecutivo sobre Jardines Infantiles, que contempla la fiscalización de los recintos por parte de la Superintendencia de Educación Escolar que podrá aplicar sanciones en caso de incumplimiento de normas, entre otras cosas.

Sin embargo, el senador del MAS, Alejandro Navarro, aseguró que este proyecto de ley, que rechazó, no es la salida porque significa el cierre de muchos establecimientos, adelantando que se deben realizar nuevas indicaciones.

El parlamentario agregó que lo más grave y que se le plateó a la ministra de Educación, Carolina Schmidt, es que no hay aportes del Estado que permitan elevar la calidad de los recintos y no cerrarlos.