Guardias fronterizos de Rusia asaltaron el jueves un rompehielos de la organización Greenpeace presente en el Ártico para denunciar los proyectos de exploración de las compañías petroleras, y los tripulantes estaban retenidos en el comedor, indicó un comunicado de la ONG ecologista.

“Hombres armados con metralletas que bajaron de un helicóptero tomaron el control del rompehielos de Greenpeace, el ‘Artic Sunrise’”, anunció la ONG.

Una responsable rusa de la organización, Evguenia Beliakova, confirmó la operación de los guardias fronterizos en declaraciones a la agencia Itar-Tass.

Una militante de Greenpeace, Faiza Oulahsen, de 26 años, telefoneó a la AFP desde el comedor del “Arctic Sunrise”. “Veintinueve de nosotros están detenidos en el mismo local”.

Según Oulahsen, de 10 a 15 oficiales que parecen pertenecer a los servicios de seguridad rusos tomaron al asalto el barco y recurrieron a la fuerza física para capturar a los militantes.

Oulahsen indicó que dos militantes detenidos por los guardacostas rusos, un finlandés y un suizo, estaban encerrados con los tripulantes en el comedor. Luego colgó bruscamente diciendo que no podía seguir hablando.

Greenpeace precisó en Twitter que no lamentaba heridos y todos los militantes tenían la moral alta.

Greenpeace envió el buque “Artic Sunrise” al Ártico para protestar contra el proyecto de perforación de la principal petrolera rusa, Rosneft, y de su socio norteamericano ExxonMobil, que se disponen a realizar prospecciones cerca del Parque Nacional Ártico Ruso, indicó Greenpeace.

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