Francia y Rusia constataron el martes los persistentes desacuerdos sobre Siria, tanto sobre el asunto de la responsabilidad del régimen en el ataque químico del 21 de agosto como sobre la adopción de una resolución vinculante para Damasco.

Al mismo tiempo, Rusia, que es el principal apoyo del régimen sirio y desempeñó un papel central lanzando la semana pasada una iniciativa sobre el desmantelamiento de su arsenal de armas químicas, indicó el martes por la noche que continúa sus esfuerzos diplomáticos enviando a Damasco al viceministro de Relaciones exteriores, Serguei Riabkov, que debía entrevistarse el martes por la noche con el jefe de la diplomacia siria, Walid Mualem.

Rusia tiene “razones serias” para creer que el ataque químico del 21 de agosto cerca de Damasco fue “una provocación” , dijo este martes el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, tras una reunión con su homólogo francés, Laurent Fabius.

El canciller francés reafirmó por su parte que no hay “ninguna duda sobre la responsabilidad” del régimen sirio en el ataque de agosto.

Ambos coincidieron en que Rusia y Francia tienen “enfoques distintos” sobre la forma de solucionar la crisis, pero aseguraron que tienen el objetivo común de poner fin al conflicto que ha dejado más de 100.000 muertos.

Lavrov repitió además que la resolución del Consejo de Seguridad sobre el desmantelamiento del arsenal químico sirio “no invocará el capitulo 7″ de la Carta de la ONU, que prevé el recurso a la fuerza.

“Lo hemos dicho claramente en Ginebra”, donde el sábado se concluyó el acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para destruir el arsenal químico sirio, puntualizó Lavrov.

En cambio, si luego de adoptarse esta primera resolución, no se respetan aspectos del acuerdo, “el Consejo puede (…) adoptar una nueva resolución (…) bajo el capítulo 7″ que contempla un posible uso de la fuerza militar, había declarado el lunes el canciller ruso.

Francia defiende al contrario una resolución “fuerte” que incluya “consecuencias” si Damasco incumple sus compromisos para desmantelar su arsenal químico.

Por su lado, Siria afirmó que “Estados Unidos, Francia y el Reino Unido levantaron el velo sobre su verdadero objetivo [...] que es imponer su voluntad al pueblo sirio”, añadiendo que estos países “apoyan a los grupos terroristas armados vinculados al Frente al Nosra”, afín a Al Qaida.

Además, un dirigente sirio que pidió el anonimato estimó que los rebeldes poseen misiles y gas sarín. Según él, “los terroristas fabrican misiles tierra-tierra a nivel local y lo más probable es que los hayan utilizado para transportar esta materia”, dijo, refiriéndose al gas sarín.

El responsable sirio también mencionó el hallazgo de laboratorios de fabricación de gas sarín en la ciudad iraquí de Mosul, cerca de la frontera siria, una región sunita favorable a los rebeldes.

Dijo asimismo que las autoridades turcas detuvieron hace dos meses a 11 yihadistas del Frente al Nosra en posesión de gas sarín y precisó que fueron “liberados hace dos días”.

“Por supuesto que los rebeldes saben colocar gas sarín en las ojivas de los misiles. Reciben entrenamiento de los servicios secretos estadounidenses, franceses y británicos que están a su lado en el terreno”, insistió.

“Todas estas cosas constituyen pruebas sobre qué parte usó esta materia”, afirmó el responsable.

En un informe entregado el domingo al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, los expertos que investigaron en Siria afirman haber encontrado “pruebas flagrantes y convincentes” del uso de gas sarín en la matanza del 21 de agosto cerca de Damasco.

Para Washington, París y Londres, el informe no deja “ninguna duda” sobre la “muy clara responsabilidad” del régimen de Bashar Al Asad en este matanza.

En cambio China dijo el martes que iba a “estudiar seriamente” el informe antes de llegar a conclusiones sobre los autores de la matanza.

Al presentarlo el lunes a los 15 miembros del Consejo de Seguridad, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que los investigadores del organismo han confirmado ahora de manera “inequívoca y objetiva que se han utilizado armas químicas en Siria”. Ban afirmó que la lectura del informe “provocaba escalofríos”.

Ban calificó de “crimen de guerra” este ataque, que según Washington dejó 1.429 muertos.

La situación en Siria sigue empeorando, según la ONU.

Cerca de siete millones de personas afectadas por el conflicto en Siria “tienen necesidad de ayuda hunanitaria urgebnte”, afirmó el martes Valerie Amos, coordinadora de operaciones humanitarias de la ONU, en una conferencia en Kuwait, subrayando que es necesario reunir 4.400 millones este año para ese efecto.

Por su parte, las organizaciones de defensa de los derechos humanos, Amnesty International y Human Rights Watch (HRW), exhortaron a la ONU, en sendos comunicados difundidos el martes, a que presente el caso de las violaciones de los derechos humanos en Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).