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Respecto de la pregunta de su portal Plazas sobre si la cumbia debería considerarse música típica chilena, me gustaría expresar que no, pero nuestro folclor es fome comparado con ella. Si tan solo lo trabajaran más como lo hacen en otros países, podría perfectamente ser del gusto popular. En EE.UU. trabajan el folclor y lo hacen pop; en México también. Para qué decir Colombia o Argentina, que hasta nos llega su música directamente acá.

En Chile los folcloristas deberían orientar su música para hacerla comercial y crear cuecas modernas, con tendencias nuevas, que den ganas de bailarlas. En las fondas se baila todo, pero cuando ponen una cueca todos se van a sentar. ¿Por qué? Porque no pega para nada.

El otro problema que existe es que la cueca tiene una coreografía tradicional con pocas variables. Contra eso, la cumbia, la ranchera, el reggeatón y la bachata tienen mucha ventaja, ya que el chileno baila mal y mientras menos complejidad tenga su baile más lo disfruta.

Hay mucho que hacer con el folclor si queremos que sobreviva. Chile cambió. El folclor debería evolucionar de una vez por todas o sino va a terminar desapareciendo.

En mi caso soy músico, guitarrista de una banda de hard rock en Temuco y mi idea de hacer música busca conseguir un equilibro entre producción musical, ventas y calidad interpretativa en todo ámbito y estilo musical.

El problema parte porque Chile siempre se queda atrás en cuanto a tendencias mundiales. Es un país muy conservador en sus raíces, pero la gente no quiere seguir con tradiciones añejas, prefieren las cosas nuevas y lo que está a su alcance sin tener que esforzarse por conseguirlo. Por eso prefieren escuchar la radio antes que comprar un buen disco, o bailar cumbia antes que la cueca, porque esta última es más difícil y no se darán el tiempo de aprender.

Es lamentable lo que sucede, por una parte. Pero por otro lado es una tremenda oportunidad, especialmente para el folclor, ya que podría evolucionar a una variante más comercial y popular para poder abrirse al mundo, pero parece que no se han dado cuenta del potencial que se le podría dar a la cueca en este sentido.

La gente común actualmente no se identifica ni siquiera con las letras de la cueca porque habla de cosas lejanas a su vid. Entonces, de verdad que hay que hacer algo ¿o no?

Lo que se debe hacer es revitalizar el folclor para encantar al común de la gente, es simple, pero la fórmula no es fácil. Ahí está la creatividad de quienes se dedican a hacer folclor.

Muchas gracias por la oportunidad de compartir mi punto de vista.

Juan Toledo Díaz
Diseñador Publicitario/ Compositor