Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña advirtieron el lunes en París a Siria que sufrirá “consecuencias” si no respeta sus obligaciones en materia de desarme químico, en momentos en que se espera el informe de los inspectores de la ONU sobre la matanza del 21 de agosto cerca de Damasco.

Los tres países, cuyos cancilleres se reunieron el lunes en París, abogaron por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU “fuerte y vinculante” sobre el desarme químico, según Francia, que anunció asimismo una reunión internacional con la oposición siria a fines de septiembre en Nueva York.

En conferencia de prensa dada conjuntamente con sus homólogos estadounidense y británico, John Kerry y William Hague, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, evocó “una resolución que prevea por supuesto consecuencias serias si no es aplicada”, después que Rusia y Estados Unidos llegaron el sábado a un acuerdo sobre el desarme químico de Siria.

“Si (el presidente sirio Bashar al) Asad no aplica el acuerdo sobre las armas (químicas), habrá consecuencias”, declaró, por su parte, John Kerry.

“Haremos todo lo posible para ayudar al pueblo sirio a salir del caos y la violencia”, agregó el secretario de Estado norteamericano.

Esa advertencia aparecía en un primer proyecto de resolución preparado por París la semana pasada, que fue considerado “inaceptable” por Rusia.

Fabius viajará el martes a Rusia para reunirse con su homólogo Serguei Lavrov.

Pero desde ya, inmediatamente después de la reunión de París, el ministro ruso afirmó en Moscú que una resolución que amenazara a Siria podría hacer fracasar el proceso de paz.

Laurent Fabius anunció paralelamente la organización la semana próxima en Nueva York de una “gran reunión internacional” alrededor de la opositora Coalición Nacional Siria.

Antes, los tres cancilleres se habían reunido con el presidente François Hollande para discutir sobre el proyecto de resolución. Los tres países consideraron “esencial” que se adopte un texto “fuerte y vinculante” con un “calendario preciso” que desemboque en un desmantelamiento del arsenal químico sirio antes de mediados de 2014, anunció la presidencia francesa.

Hollande recalcó que los tres países deben “mantener la línea de firmeza que ha permitido emprender este proceso diplomático”, se indicó en la presidencia.

“Debemos hacer comprender al régimen que no hay más perspectiva que la mesa de negociaciones”, y “para negociar una solución política se necesita una oposición fuerte”. “Contamos por ello reforzar nuestro apoyo a la Coalición Nacional Siria”, dijo Fabius.

Pero tal solución política será difícil de alcanzar, según una investigación del instituto británico IHS Jane’s, publicada el lunes por el Daily Telegraph, que indica que los yihadistas y los islamistas miembros de grupos extremistas representan cerca de la mitad de las fuerzas rebeldes que combaten el régimen sirio.

INFORME ABRUMADOR DE LA ONU

Entre tanto, se espera a las 15H15 GMT en Nueva York el informe crucial de los inspectores de la ONU sobre la matanza química cometida el 21 de agosto en la periferia de Damasco.

Según el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el documento demuestra “de manera abrumadora” la utilización de armas químicas, aunque sin designar a los responsables de la matanza que, según Washington, causó unos mil quinientos muertos.

Ciertos diplomáticos afirman sin embargo que los detalles compilados en el informe permiten identificar a los responsables y que los apoyos del presidente sirio tendrán que aportar pruebas de su inocencia.

Aunque dando a entender que Rusia podría aprobar en el futuro un recurso a la fuerza en caso de no respeto del acuerdo, el canciller ruso había advertido que su país verificaría minuciosamente todas las informaciones sobre la utilización de armas químicas en Siria.

La opción de una intervención militar sigue estando sobre la mesa, afirmó el domingo François Hollande. También John Kerry declaró en Jerusalén que la amenaza de una acción militar de Estados Unidos sigue siendo “real”.

Las declaraciones estadounidenses sobre la posibilidad de bombardeos son “una amenaza para toda la región” y tienen “un perfume de agresión”, declaró, por su parte, el ministro sirio de Información Omrane al Zohbi, que acogió el acuerdo de Ginebra como “una victoria para Siria”.

“Aceptamos el plan ruso de deshacernos de nuestras armas químicas. De hecho, hemos empezado a preparar nuestra lista”, dijo el ministro, recalcando que Siria “no pierde tiempo”.