La presidenta de Brasil anunciará el martes si mantiene su visita de Estado a Washington prevista para el 23 de octubre, luego de recibir el lunes una llamada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó el gobierno brasileño.

Rousseff aguardaba explicaciones sobre las denuncias de espionaje practicado por los servicios secretos estadounidenses contra ella, sus asesores e incluso contra la gigante estatal brasileña, Petrobras.

El portavoz del gobierno brasileño, Thomas Traumann, no proporcionó detalles de la conversación, pero informó que el diálogo telefónico se extendió por 20 minutos y que la gobernante estuvo acompañada por su canciller, Luiz Alberto Figueiredo.

Rousseff se reunió con Figueiredo en la tarde del lunes para que le informara de los resultados de su viaje la semana pasada a Washington para recabar información sobre las denuncias de espionaje.

Durante su viaje, Figueiredo mantuvo una serie de reuniones, una de ellas con la asesora de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice.

Según denuncias periodísticas basadas en documentos filtrados por el exconsultor de inteligencia estadounidense, Edward Snowden, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) espió comunicaciones de Rousseff, de varios de sus asesores y hasta de la gigante petrolera estatal, Petrobras.

Brasilia consideró “inaceptables” las denuncias y estaba a la espera de una respuesta de Washington.

Rousseff habló sobre el espionaje con Obama en San Petersburgo, al margen de la cumbre del G20, donde participaron a principios de septiembre.

Según la gobernante, el presidente estadounidense se comprometió en ese momento a dar una respuesta sobre el tema.

De acuerdo con los diarios brasileños Folha de Sao Paulo y O Globo, que citaron el domingo a un “auxiliar directo de la presidenta”, Rousseff suspendería su viaje a Washington, programado para el 23 de octubre, debido a las denuncias.