El emblemático recinto que ha recibido a grandes estrellas de la música fue heredado por su fallecida dueña a Cáritas y la congregación salesiana.

El “ícono porteño”, como lo llaman los argentinos, y que ha a sido testigo de grandes espectáculos nacionales e internacionales, quedará en manos de la Iglesia Católica, según confirmaron este lunes fuentes eclesiásticas.

La propietaria del recinto, Ernestina de Lectoure, quien falleció a los 95 años de edad el pasado febrero dejó el mítico recinto, en partes iguales, a Cáritas y a la congregación salesiana, señalaron fuentes del Arzobispado de la capital trasandina.

De acuerdo a lo publicado por el diario trasandino El Clarín, las dos entidades religiosas deberán esperar que la Inspección General de Justicia (IGJ) apruebe el trámite, para poder repartirse el legado en partes iguales.

Tras esta noticia, surgieron una serie de rumores sobre el futuro del estadio Luna Park, entre ellos se cuentan una posible venta y la construcción de una torre de viviendas. Fuentes eclesiásticas citadas por el matutino dijeron que se le dará un “uso comercial”, como a otros inmuebles administrados por la Iglesia, pero no precisaron el rubro de actividad, consignó El Clarín.

Por el estadio techado han pasado estrellas como el estadounidense Frank Sinatra, míticos grupos de rock como The Doors o Deep Purple, el cantante Julio Iglesias y el tenor Luciano Pavarotti, entre otras muchas estrellas de la música internacional.

Desde su inauguración, en 1931, el recinto ha sido también sede de campeonatos mundiales de boxeo, en los que se consagraron leyendas argentinas como Carlos Monzón, y escenario de una variopinta agenda cultural, como las finales del Mundial de Tango.