El Frente Al Nosra, afiliado a Al Qaida y luchando en las filas rebeldes contra el régimen sirio, reinvindicó este domingo el ataque contra tres pueblos alauitas, cerca de Homs, donde hace cinco días murieron decenas de personas.

“El muro del miedo ha sido roto, es la primera entrada en esos pueblos, con un número tan grande de muertos”, se ufana el grupo yihadista en un comunicado que reivindica la muerte de 30 alauitas en Maksar al Hisan, Masudiyé y Jab al Jera.

En estas tres aldeas de la provincia de Homs viven muchos miembros de la comunidad alauita, de la que procede el presidente sirio, Bashar al Asad.

El comunicado, publicado en los foros yihadistas, precisa que los juristas islámicos instaron a los milicianos de Al Nosra “a matar a los ‘nusairis’, a los enemigos de Dios”, utilizando un término despectivo para referirse a los alauitas.

El ataque fue “la venganza por la muerte a sangre fría de musulmanes y de sus mujeres en Ghuta oriental”, cerca de Damasco, donde la oposición afirma que murieron casi 1.400 personas, en un ataque con armas químicas, el pasado 21 de agosto.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG que se apoya en militantes que están en Siria, había señalado, por su parte, 12 civiles muertos en Maksar al Hisan, antes de elevar ese número a 22 en un nuevo balance, el domingo.

Entre las víctimas de Maksar al Hisan figuran 16 alauitas, cuatro niños y cuatro adultos mayores de 80 años, indicó el OSDH, añadiendo que cinco soldados leales también murieron en el ataque.

Aunque Homs, la capital provincial, apodada la “capital de la revolución”, ha sido escenario de algunos de los enfrentamientos más violentos del conflicto que asola a Siria desde hace dos años y medio, la región de las tres aldeas había sido poco afectada hasta ahora.