Cuatro marinos uruguayos recibieron una condena -con prisión- de dos años y un mes por “violencia privada” provocada a un haitiano mientras revistaban como cascos azules en Haití en 2011, confirmó el sábado a la AFP una fuente del caso.

“Es una condena en primera instancia por un delito de violencia privada, los cuatro recibieron dos años y un mes, que fue lo pedido por el fiscal, y ya interpusimos el recurso de apelación”, dijo a la AFP Gustavo Bordes, abogado de tres de los condenados.

En 2012 los militares habían sido procesados con prisión y meses después recuperaron la libertad, por lo cual si bien la condena es con prisión la justicia prevé que una vez que se obtiene la libertad provisional los implicados no vuelven a la cárcel y siguen con libertad condicional.

Cinco marinos uruguayos que integraban la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) habían sido denunciados por violación por Jhony Jean, quien viajó en mayo del 2012 a Montevideo para declarar.

En su testimonio reconoció a sus presuntos agresores y ratificó su denuncia. Sin embargo el fiscal del caso descartó que hubiera pruebas sobre un delito sexual y pidió que se enjuicie por violencia a cuatro de los cinco acusados, ya que un quinto no habría tenido participación en el hecho.

El incidente ocurrió en la base militar de Port Salut, en el sur de Haití y conmocionó a Uruguay gracias a la difusión en internet de un video de 45 segundos, filmado con un teléfono móvil, que muestra a cuatro soldados que mantienen al joven con sus manos hacia atrás.

Uno de los marinos está desnudo y en un momento se inclina sobre la espalda del joven, realizando movimientos obscenos y dando palmadas en sus glúteos. Al final del video levantan al joven, en medio de carcajadas.

“Cabe decir que las imágenes son contundentes y no arrojan dudas”, señala la resolución del juez del caso, según difundió el diario El País de Montevideo este sábado.

Para Bordes, “la sentencia en parte nos da la razón”, ya que no condena por violación a los imputados, que “fue lo que denunció el haitiano”.

“Era obvio que (el denunciante) estaba mintiendo”, agregó el defensor, que