La impugnación a la candidatura senatorial a Luciano Cruz-Coke encendió los ánimos y generó recriminaciones mutuas entre los partidos de la Alianza y el Gobierno.

El fallo del Tribunal Calificador de Elecciones no sólo lapidó las aspiraciones al Congreso del ex ministro de Cultura, sino que además abrió una vieja herida de rencillas entre la UDI y RN.

El gremialismo sentó en el sillón de los acusados a sus socios políticos. Sin embargo, la estrategia acordada esta tarde entre La Moneda y la directiva presidida por Carlos Larraín es no buscar responsables y bajar la cortina a las polémicas.

En eso hizo hincapié la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, quien remarcó que “primaron las decisiones personales” de Luciano Cruz-Coke para no dejar antes el gabinete, lo que finalmente jugó en contra de los plazos legales.

A pesar de esto, la UDI insiste en abrir la herida de Renovación Nacional, que aún no sana por la caída de Cruz-Coke y el triunfo moral del ex RN Carlos Cantero, actual candidato al senador por Antofagasta.

Esta vez fue el timonel gremialista, Patricio Melero, quien lanzó los dardos.

Según el presidente de RN, Carlos Larraín, fue el propio Melero quien encabezó las negociaciones para que Luciano Cruz-Coke fuese candidato de la UDI por Santiago o Coquimbo, por lo que sacó al pizarrón al gremialismo.

Críticas cruzadas que continuaron desde el sur con la candidata presidencial de la Alianza, Evelyn Matthei, quien apuntó que la opción de Cruz-Coke “fue muy arriesgada”, por lo que afirmó que espera la autocrítica de RN.

Aunque las diferencias son evidentes, la mesa directiva de RN ya comprometió con la UDI el respaldo al ahora candidato único de la Alianza por Antofagasta, diputado Manuel Rojas.

Mientras que el independiente Carlos Cantero cerró la puerta a bajar su repostulación al Senado.