Estados Unidos y Rusia discutirán el jueves en detalle un proyecto ruso de colocar bajo control internacional el arsenal de armas químicas que posee Siria, una vía diplomática que posterga por ahora cualquier eventual acción armada.

Apenas volvió de Europa el lunes, el secretario de Estado estadounidense John Kerry volvía a tomar un avión para viajar a Ginebra, donde tiene previsto reunirse jueves y viernes, e incluso el sábado si es necesario, con su par ruso Serguei Lavrov.

Ambos ministros serán acompañados por expertos en armas.

Estos encuentros se dan a raíz de una vuelta de tuerca diplomática rusa, que el lunes propuso a Siria colocar su arsenal de armas químicas bajo supervisión internacional, lo que postergó una eventual intervención armada occidental contra Damasco.

El enviado especial de la Liga Árabe y de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, también tiene previsto ver a Kerry en Ginebra, señaló la portavoz del Departamento de Estado Jennifer Psaki.

También destacó “las ideas” contenidas en la propuesta que Rusia transmitió a los estadounidenses previo al encuentro en Ginebra. Este proyecto de poner bajo tutela internacional el arsenal químico sirio –el mayor de Medio Oriente– fue aceptado por Damasco.

Lavrov, que reveló su plan el lunes por la noche –después de que Kerry lo mencionara en Londres– habló de un proyecto “factible, preciso, concreto”.

Kerry y Lavrov, que tienen buena sintonía, se llaman casi a diario desde el ataque químico del 21 de agosto, que Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes imputan al régimen del presidente sirios Bashar al Asad.

Según Psaki, rusos y estadounidenses van a examinar en detalle el plan de Moscú y ver si “corresponde” con las exigencias estadounidenses en cuanto a la neutralización del arsenal químico.

Pero Moscú y Washington se enfrentan desde hace dos años y medio por la crisis siria y el Consejo de Seguridad de la ONU no avanza.

Por ello, la Casa Blanca afirmó el martes que tomaba con “escepticismo” esta fase diplomática inesperada, dadas las fallas que ha demostrado Siria en “respetar sus compromisos”.

El martes por la noche, durante un mensaje a la nación, el presidente de Estados Unidos, Barack Oabama, que impulsaba un ataque “limitado” en Siria, dio una oportunidad a esta propuesta rusa, postergando la perspectiva de una acción militar, para la cual había pedido autorización al Congreso, que también postergó su consideración.

La vía diplomática también se volvió a abrir en la ONU, donde los cinco miembros permanentes del Consejo Seguridad discutían las alternativas para desmantelar el arsenal químico sirio.

Una primera reunión el martes entre Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China había sido cancelada in extremis, al considerar Moscú como “inaceptable” un proyecto de resolución de París que imputaba la responsabilidad al régimen sirio por el uso de armas químicas y preveía el uso de la fuerza en caso de que se violara la resolución.