Dos diputados locales de izquierda, uno de ellos un exlíder magisterial que apoyaba las fuertes protestas contra una reforma educativa, fueron asesinados en las últimas horas en los estados mexicanos de Oaxaca (sur) y Michoacán (oeste), informaron este miércoles autoridades.

El diputado Everardo Hugo Hernández, quien también era alcalde electo del municipio de San Andrés Cabecera Nueva, “falleció esta madrugada en el hospital” en la ciudad de Oaxaca, capital estatal, dijo a la prensa Jaciel Vázquez Castro, coordinador de la Agencia Estatal de Investigaciones de la fiscalía.

Hernández estaba cenando la noche del martes en un restaurante del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, ubicado a unos tres kilómetros de la capital, cuando un hombre acompañado de otro sujeto lo llamó por su nombre y le disparó a quemarropa, explicó el funcionario.

El diputado pertenecía al izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que gobierna en el estado de Oaxaca, y había expresado en la cámara legislativa local su apoyo a las fuertes protestas que mantienen desde hace meses los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una corriente minoritaria dentro del sindicato magisterial y que él había dirigido localmente cuando era profesor.

Oaxaca es una de las regiones con mayores niveles de pobreza y población indígena de México, así como escenario de un gran número de conflictos sociales por motivos políticos y de posesión de tierras.

Entretanto, en el convulso estado de Michoacán, el también diputado local del PRD y exalcalde del municipio Buenavista Osvaldo Esquivel Lucatero fue asesinado a machetazos por sujetos que lo atacaron dentro de su camioneta y que también hirieron a un familiar, confirmó la fiscalía estatal.

Esquivel formó parte de la treintena de funcionarios locales y estatales de Michoacán que en 2009 fueron detenidos en un gran operativo del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) junto con agentes policiales acusados de tener vínculos con el crimen organizado, en concreto con el cártel local La Familia, y que luego fueron liberados por insuficiencia de pruebas.

Desde hace meses Michoacán atraviesa una crisis de seguridad por los enfrentamientos entre grupos de civiles armados llamados “autodefensas” y bandas criminales, principalmente el cártel Los Caballeros Templarios, y se encuentra bajo un operativo militar desde mayo.

El presidente del PRD, Jesús Zambrano, condenó ambos asesinatos y, sin descartar ninguna línea de investigación, pidió que no hubiera impunidad.