Molestos y exigiendo garantías para poder terminar sus estudios se encuentran los estudiantes de las carreras de Biología Marina y Acuicultura de la Universidad de Los Lagos -tanto en su nivel técnico como en el de ingeniería- luego de enterarse que ambas verán descontinuadas su proceso de admisión desde 2014.

Joaquín Huanquilef, presidente de la carrera de Acuicultura, remarcó que se trató de una determinación inconsulta, tomada desde los altos mando de la casa de estudios, la cual fue conocida por fuentes indirectas a la institución.

Las dudas surgieron luego que se publicara el listado de carreras que la Universidad de Los Lagos impartirá durante 2014, donde precisamente no figuraban Biología Marina y Acuicultura. Por ello exigieron explicaciones a la casa de estudios, las cuales finalmente fueron entregadas por la Vicerrectoría Académica, según detalló Huanquilef.

De acuerdo al dirigente, si bien se descontinuará el proceso de admisión de ambas carreras, es conveniente exigir condiciones reales para que los 107 alumnos de Acuicultura y los 59 de Biología Marina que se encuentran matriculados hasta este año puedan terminar mallas curriculares, sin sufrir perjuicios en este sentido.

Desde la institución en tanto se precisó que se trata de un determinación que no significa el cierre definitivo de ambas carreras, sino de un periodo de reevaluación de las mismas, en el que no se recibirán alumnos. El vicerrector académico de la Universidad de Los Lagos, Juan Luis Carter, aclaró que el fin es adaptarlas a los nuevos requerimientos del mercado.

En todo caso, Carter fue enfático en decir que los alumnos actualmente matriculados continuarán recibiendo la educación comprometida.

Según el directivo de la Universidad de Los Lagos, los datos que entrega el mercado laboral actual de la acuicultura, así como la escasa matrícula que registran las carreras vinculadas al área, ameritan la modificación de los objetivos y el enfoque en general de las especializaciones. Se estima que en un plazo de dos años podrían volver a reabrirse los proceso de admisión en carreras que, según Carter, son más que importantes para la casa de estudios pública.