Estados Unidos y Francia expresaron el sábado su satisfacción tras haber obtenido el apoyo político de la Unión Europea y de la mitad de los países del G20 sobre la necesidad de una respuesta internacional “fuerte” en Siria, aunque no obtuvieron el apoyo al proyecto de intervención militar defendido por ambos países.

Durante una conferencia de prensa en París junto a su homólogo estadounidense, John Kerry, el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, se felicitó por el “amplio y creciente apoyo” obtenido por Estados Unidos y Francia.

“Ahora, siete de los ocho países del G8 comparten nuestra opinión sobre una respuesta fuerte” contra el régimen de Damasco, así como “12 países del G20″, precisó Fabius, felicitándose también por el apoyo de la Unión Europea (UE) y del Consejo de Cooperación del Golfo.

Por su parte, el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró que “varios países -un número de dos cifras- están dispuestos a participar en una acción militar”.

El jefe de la diplomacia americana saludó también la declaración de la Unión Europea, que pidió una “respuesta clara y fuerte” contra Siria, acusada de haber perpetrado un ataque químico el 21 de agosto.

En efecto, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea llegaron a un acuerdo en Vilna sobre la necesidad de una “respuesta clara y fuerte” sobre Siria.

Leyendo la declaración final, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, precisó que los ministros estaban de acuerdo en que había “fuertes sospechas” de que el régimen sirio era responsable de la utilización de armas químicas en los ataques del 21 de agosto que causaron cientos de muertos en los suburbios de Damasco.

Además, Estados Unidos obtuvo la satisfacción de que Alemania se adhiriera al llamamiento a una “respuesta internacional fuerte” a estos ataques. En efecto, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, celebró la posición unánime europea y destacó su “importancia inestimable”.

Por su parte, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudí, exhortó el sábado a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente en Siria para “liberar” al pueblo de la “tiranía” de su gobierno.

A la espera del voto en el Congreso estadounidense

Paralelamente, el presidente francés, François Hollande, dijo que espera el voto del Congreso estadounidense “el jueves o viernes” y el informe de los inspectores de la ONU “sin dudas al fin de la semana” para tomar una decisión.

“En ese momento tendré todos los elementos que me permitirán dirigirme a los franceses para comunicarles la decisión que habré tomado”, dijo Hollande, al término de una entrevista con los presidentes del Líbano, Costa de Marfil y Senegal en Niza.

El presidente estadounidense, por su parte, pidió al Congreso norteamericano que apruebe una intervención militar contra Siria.

“Somos Estados Unidos. No podemos seguir con los ojos vendados ante las imágenes que hemos visto de Siria”, declaró en su alocución semanal en la radio.

Para la mayoría de países de la Unión Europea, el informe de la ONU esperado en los próximos días es una etapa esencial, ya que podría confirmar de forma independiente las acusaciones de uso de gases tóxicos por parte del régimen sirio.

Jean Asselborn, jefe de la diplomacia de Luxemburgo, país que actualmente ocupa un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, indicó que la preparación del informe “podría llevar todavía una semana y media”.

Asselborn añadió, citando información de la ONU, que es posible que “elementos importantes se transmitan al Consejo de Seguridad” antes de su publicación formal.

El Congreso de Estados Unidos se reunirá el lunes y el presidente Obama se dirigirá a los estadounidenses el martes, después de que el sábado pasado apostara por ataques “selectivos y limitados” contra Siria, pero sólo con la autorización del Congreso.

El mismo día, el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Muallem, estará en Moscú, fiel aliado de Damasco.

Opuesto a una intervención militar en Siria, el papa Francisco hizo un llamado el sábado a “trabajar por la paz y la reconciliación” y a poner fin a la guerra que constituye “siempre una derrota de la humanidad”, durante la jornada de oración y ayuno por Siria celebrada en la plaza San Pedro.

Sobre el terreno, los combates entre las fuerzas fieles al régimen sirio y los rebeldes se reanudaron el sábado en la ciudad cristiana de Maalula y sus alrededores, al norte de Damasco, dos días después de que los insurgentes se retiraran de una de las entradas de la localidad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).