Fieles católicos argentinos respondieron este sábado al pedido del papa Francisco y rezaron por la paz en Siria en una jornada de ayuno y oración convocada por el Sumo Pontífice.

En la Catedral de Buenos Aires, donde el papa ofició como arzobispo antes de ocupar el trono de Pedro, su sucesor monseñor Mario Poli presidió la misa central por la paz y la reconciliación a la que asistieron cientos de fieles, en tanto en todas las iglesias católicas del país se celebraron misas con idénticas intenciones.

Organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos habían convocado a una movilización a la Plaza de Mayo, frente a la Catedral y a la sede gubernamental, bajo el lema “Argentina por la paz. Basta de guerra en el mundo”, pero un fuerte aguacero que se abatió durante toda la jornada malogró la convocatoria.

Pese a todo, el Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, junto a sacerdotes católicos y representantes de otras religiones participaron de un breve acto ecuménico en Plaza de Mayo en el que oraron cada uno en su credo y repartieron pan como símbolo de paz entre casi un centenar de asistentes.

Por la noche, la juventud católica estaba convocada a participar de una oración por la paz frente a la Catedral de Buenos Aires en una misa de reencuentro de aquéllos que asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro en julio pasado.

Las jornadas de oración continuarán el domingo en todas las iglesias católicas del país donde se harán plegarias por la paz en Siria durante las misas dominicales en atención al pedido del papa Francisco.