México convocó este lunes al embajador de Estados Unidos y exigió una “investigación exhaustiva” de las denuncias divulgadas por la cadena brasileña Globo sobre el presunto espionaje de Washington sobre comunicaciones del presidente Enrique Peña Nieto, un escándalo que también afectó al gobierno de Brasil.

“El gobierno de México ha solicitado al gobierno de Estados Unidos, mediante nota diplomática, una investigación exhaustiva y que, en su caso, deslinde las responsabilidades correspondientes”, dice un comunicado de la Cancillería mexicana, en el que afirma haber “citado al embajador de Estados Unidos (Anthony Wayne) para expresar su enérgico extrañamiento”.

La noche del domingo, un reportaje de la cadena brasileña Globo denunció el supuesto espionaje por parte de Washington a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, así como a Peña Nieto.

Ese reportaje se basó en un documento de 2012 (cuando Peña Nieto era candidato presidencial) atribuido a la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA por su sigla en inglés), que fue filtrado por el exconsultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden, ahora asilado en Rusia.

México “ha tomado nota de las versiones que diversos medios de comunicación internacionales han publicado en relación con un supuesto espionaje sobre ciudadanos mexicanos dentro de programas” de la NSA, dijo la Cancillería mexicana.

“Sin prejuzgar sobre la veracidad de la información presentada en dichos medios de comunicación, el gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional”, afirmó.

Consultada por la AFP, la cancillería mexicana informó que el embajador estadounidense no se ha presentado hasta el momento en su sede y aseguró que no hay una fecha prevista para la cita.

Por su parte, el gobierno brasileño dijo que si se confirmara el espionaje en su contra sería “una violación inadmisible e inaceptable de la soberanía brasileña” y también convocó al embajador de Estados Unidos para pedirle “explicaciones formales por escrito” para esta semana.

Desde junio pasado, el diario británico The Guardian reportó que documentos confidenciales filtrados por Snowden mencionaban a México en una lista de 38 embajadas y misiones consideradas como “objetivos” de las operaciones de espionaje de los servicios de inteligencia de Estados Unidos

En esa lista de 2010 figuraban las embajadas de Francia, Italia y Grecia así como representaciones de otros tradicionales aliados como México, Japón, Corea del Sur, India y Turquía, según el diario.

Desde entonces, la cancillería mexicana dice tratar el asunto “de manera directa” con Estados Unidos.

En julio, el escándalo alcanzó a la prensa mexicana cuando el diario Excélsior se hizo eco de las denuncias de espionaje, basándose en una copia de un contrato que habría hecho el gobierno de Estados Unidos con la empresa estadounidense Verint Systems con el objetivo de comprar equipos para espiar llamadas telefónicas, conversaciones en línea y correos electrónicos efectuados en México.

El gobierno de Rousseff -quien tiene prevista una visita de Estado a Washington en octubre próximo- también había pedido explicaciones a Estados Unidos desde julio, después de que el diario O Globo divulgara que Brasil formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos.

Rousseff, Peña Nieto y el presidente estadounidense, Barack Obama, son esperados en la Cumbre del G20 que agrupa a las mayores naciones industrializadas y emergentes, al final de la semana en San Petersburgo (Rusia).