Al menos 40 personas murieron y 140 resultaron heridas en una oleada de atentados con bombas en barrios chiitas de Bagdad, anunciaron fuentes médicas y policiales.

Los atentados se produjeron al comienzo de la jornada, en una hora de mucha afluencia en las calles, y el balance podría se aún mayor, indicaron las fuentes.

Se registraron más de una docena de atentados, varios con coches bomba y dos ataques suicidas, principalmente en zonas chiitas de Bagdad.

También resultaron afectados dos barrios mixtos.

Los atentados ocurrieron a pesar de las operaciones de seguridad ampliamente pregonadas por el gobierno, criticado en las últimas semanas por su incapacidad a contener la peor ola de violencia en Irak desde 2008.

El ataque más mortífero golpeó al barrio de Jisr al Diyala, en el sudeste de Bagdad, donde dos atentados con bomba dejaron al menos siete muertos y 21 heridos.

Un kamikaze se hizo estallar en un mercado del barrio de Kadhimiyah, matando a tres personas.

En Mahmoudiya, 30 km al sur de Bagdad, otro kamikaze hizo estallar el coche bomba que conducía en una retén policial, matando a tres personas.

En Madain, también al sur de la capital, una bomba estalló al paso de una patrulla militar, dejando cuatro muertos y tres heridos.

Un coche bomba mató a cuatro personas en Jadida y otras cuatro murieron en Shaab, un barrio del norte de Bagdad.

En ambos casos las explosiones destruyeron varias viviendas, lo que causó una reacción de los vecinos contra las autoridades.

“Somos gente pobre. Todos nuestros bienes resultaron quemados y nuestra casa se derrumbó”, dijo Marwa, una joven de 18 años en Shaab.

“Los políticos se pelean por los puestos y no se ocupan de nosotros”, agregó la joven.

“Las explosiones dejaron sin hogar a decenas de personas. ¿Quién nos va a compensar? ¿Quién va a compensar a los jóvenes?”, insistió Marwa.

Las explosiones también sacudieron a otros grandes barrios chiitas como Kadhimiyah y Sadr City.

Ningún grupo se atribuyó por el momento la responsabilidad de los ataques, pero este tipo de atentados son cometidos en general por militantes sunitas vinculados a Al Qaida que atacan a los musulmanes chiitas, considerados apóstatas.

El mes de agosto fue particularmente sangriento en Irak.

El 6 de agosto pasado, al menos ocho coches bomba y otros artefactos explosivos a 31 personas.

Cuatro días después, el 10 de agosto, 47 personas murieron en una serie de explosiones y ataques armados en la capital.

Cinco días después, el 15 de agosto, 24 personas perecieron en nueve atentados en Bagdad.

Desde comienzos de 2013 la violencia en Irak registró un importante incremento de la violencia que coincide con las manifestaciones de la minoría sunita contra el gobierno liderado por los chiitas y las fuerzas de seguridad, acusados de maltratarla.

Desde el inicio del año 2013, más de 3.700 personas murieron en atentados, según un balance de la AFP establecido a partir de fuentes médicas y policiales.

Los atentados apuntan a nutrir el conflicto confesional entre chiitas y sunitas en un país que tiene dificultades para alcanzar la estabilidad política, diez años después de la invasión estadounidense que derrocó a Sadam Husein.