El meteorito que se desintegró en febrero pasado sobre la región rusa de Cheliabinsk había chocado antes con otro cuerpo celeste o rozado con el Sol antes de caer en Tierra, según un estudio dado a conocer este martes.

Algunos de los fragmentos hallados en los Urales rusos muestran que el meteorito sufrió un “proceso de fusión intensa”, antes incluso de entrar en la atmósfera terrestre, según los análisis de los investigadores del Instituto de Geología y Mineralogía de Novosibirsk (IGM, Rusia).

“Esto significa con seguridad que hubo una colisión entre el meteorito de Cheliabinsk y otro cuerpo del sistema solar (asteroide o planeta), o que pasó cerca del Sol”, indicó Victor Chariguin, del IGM, que debe presentar sus conclusiones en la Conferencia de Geoquímica Goldschmidt, en Florencia (Italia).

Una lluvia de meteoritos cayó el 15 de febrero en Cheliabinsk, luego del estallido, a unos 20 km de de altitud, de un asteroide de un diámetro estimado de 17 metros y un peso de 5.000 a 10.000 toneladas.

Más que los miles de pequeños fragmentos de roca que tocaron tierra, fue la onda de choque de la desintegración, un minuto más tarde, la que causó importantes daños en la ciudad, hiriendo a más de un millar de personas.

Muchos fragmentos han sido hallados en la zona, pero se cree que el trozo de mayor tamaño del meteorito cayó al lago Chebarkul, donde algunos científicos intentan localizarlo y sacarlo a la superficie.