El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instó este martes a rechazar la intervención militar que según él está “decidida” por Estados Unidos, contra Siria, con el argumento de que Damasco ejecutó un ataque químico contra civiles.

A bordo de un buque misilístico de Rusia, aliado de Damasco y cuyo gobierno pidió “prudencia” a Washington y a sus aliados sobres el caso sirio, Maduro pidió “que el mundo se ponga de pie y rechacemos la intervención militar contra Siria (sobre) el ataque militar que ya tienen decidido”.

“Un ataque podría ser el inicio de una conflagación contra Siria. Sería el inicio de una guerra desastrosa. Nosotros abogamos por la paz en Siria, por la búsqueda de fórmulas pacíficas”, agregó el mandatario, junto al alto mando militar venezolano y la tripulación del buque “Moscú”, de visita en Venezuela.

Para Maduro, la amenaza de Estados Unidos sobre Damasco tiene el mismo “tufo” de Libia, Irak o Egipto y persigue controlar la riqueza petrolera de los países árabes.

Estados Unidos y sus aliados occidentales evaluaban una posible intervención militar contra el régimen de Bashar al Asad, al que acusan de haber utilizado “sin dudas” armas químicas contra civiles, mientras Damasco prometió que se defenderá y sus socios advirtieron de las consecuencias de un eventual ataque.

Rusia, miembro pleno del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitó que se diera una investigación más amplia sobre el caso, que Estados Unidos consideró tardía.

El sábado, Maduro acusó al presidente estadounidense Barack Obama de pretender “armar una gran guerra”, y estimó que el régimen de Bashar Al Asad representa la “estabilidad” en el mundo árabe.

Desde la llegada del fallecido Hugo Chávez al poder (1999-2013), el gobierno venezolano ha mantenido estrechas relaciones con países de Oriente Medio, principalmente Irán.