Un total de 13 cadáveres fueron extraídos de una fosa clandestina encontrada el miércoles cerca de la Ciudad de México, de los cuales al menos cinco pertenecen al grupo de 12 jóvenes secuestrados en mayo en un bar de la capital, informó este viernes la fiscalía.

El subprocurador (vicefiscal) de Control Regional, Renato Sales, dijo en conferencia de prensa que en la fosa “se obtuvieron los restos de 13 personas”, de las cuales al menos cinco pudieron ser identificadas como parte de los jóvenes raptados a pleno día en un céntrico bar, un caso que puso en duda la seguridad de la capital mexicana.

Sales señaló que una de las víctimas, un varón, pudo ser identificado mediante pruebas genéticas y que también tienen “datos suficientes” para creer que los cadáveres de otros tres hombres y una mujer pertenecen al grupo de secuestrados.

Las autoridades dieron a conocer el jueves el hallazgo de una fosa clandestina en un parque natural de Tlalmanalco, un municipio del Estado de México (centro) situado a 30 km al sureste de la capital, en la que hasta ahora habían informado del hallazgo de siete cuerpos.

De inmediato iniciaron las investigaciones para determinar si las víctimas pertenecían a los 12 secuestrados -siete hombres y cinco mujeres de entre 16 y 34 años- por un grupo armado la mañana del 26 de mayo a la salida del bar After Heaven, ubicado a unos cuantos metros de una sede policial y del transitado Paseo de la Reforma.

Este caso golpeó la imagen de la capital más poblada de Latinoamérica y la percepción de que estaba a salvo de la violencia de los poderosos cárteles narcotraficantes, que perpetran secuestros masivos y entierran a víctimas en fosas del norte y oeste de México.

Según la alcaldía, el plagio se habría originado por una disputa entre las pandillas La Unión y Tepis, dedicadas a la venta de droga desde el céntrico y conflictivo barrio de Tepito.