Este viernes una violenta pelea entre dos grupos de presos en una cárcel de Santa Cruz, en el oeste de Bolivia, dejó al menos 15 muertos, entre ellos un niño que vivía en la prisión, y medio centenar de heridos, informó un jefe policial.

Una disputa de poder al interior del centro penitenciario Palmasola, que alberga a unos 5.000 detenidos, desató la reyerta entre dos grupos de reclusos, que concluyó con el incendio de un sector de la prisión. Varios cadáveres retirados de la cárcel estaban calcinados, según reportes policiales y de medios locales.

Aracena afirmó que entre los muertos había un niño que vivía en la prisión con sus padres.

“Aparentemente tenemos un niño que está calcinado, pero todo eso tiene que estar establecido de manera plena, por el médico forense”, afirmó el jefe policial.

En las cárceles de Bolivia hay un gran número de niños que viven con sus padres presos, una grave situación de permisividad que el gobierno intenta corregir con un nuevo plan de reubicación para los hijos de reclusos.

El jefe policial indicó asimismo que un número indeterminado de heridos estaban siendo “evacuados a distintos centros de salud” de Santa Cruz, mientras que los cadáveres eran trasladados a la morgue para que las autopsias establezcan su identidad y las causas de la muerte.

Aracena rechazó versiones de la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz que indicaban que el número de muertos podría superar la treintena.

El jefe policial informó que los hechos se originaron cuando a temprana hora de la mañana del viernes un grupo de presos irrumpió en otro sector generando un incendio de grandes dimensiones provocado por la explosión de bombonas de gas en el lugar, en un área de máxima seguridad conocido como Chonchocorio.

Los canales de televisión difundieron impactantes imágenes de restos calcinados y ambulancias que trasladaban cadáveres y heridos hasta centros hospitalarios, muchos de los cuales amenazaban con colapsar por la cantidad de víctimas.

Las autoridades hicieron un llamado a la población para que done sangre.

Al mismo tiempo, se registraban dolorosas escenas de familiares de los presos, tanto en las afueras de la cárcel como en los distintos centros médicos, que reclamaban una investigación de los hechos, al asegurar que las autoridades no proporcionan información y que incluso obstaculizan la labor de la Defensoría del Pueblo.

El centro penitenciario de Palmasola es una cárcel de máxima seguridad, ubicada en las afueras de Santa Cruz de la Sierra, el polo de poder económico en Bolivia.