Con Michelle Bachelet se inició la serie de encuentros de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) con los abanderados presidenciales, para conocer sus propuestas en el ámbito económico.

Acompañada solo de su coordinador programático, Alberto Arenas, y en una exposición privada de cerca de dos horas, la candidata del pacto Nueva Mayoría explicó los ejes de esta parte de su programa, particularmente la reforma tributaria para elevar el impuesto de primera categoría del 20% al 25% y eliminar el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), mecanismo de exención impositiva.

El presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, planteó directamente a la ex mandataria la incertidumbre que -a su juicio- pueden generar ambas medidas y la preocupación del empresariado por sus eventuales efectos en la economía.

Michelle Bachelet dijo que tiene muchas coincidencias con la CPC, pero también reconoció diferencias y agregó que, si llega a La Moneda, dispondrá medidas para que las empresas se ajusten a los cambios tributarios, tomando en cuenta que hay un bien superior por delante, que es derrotar a la desigualdad.

“En mi Gobierno fue el único en que no hice reforma tributaria, todos los otros hicieron; lo que importa siempre es las reglas claras y, obviamente, las decisiones responsables, las iniciativas que incorporen la mirada de cómo las empresas se puedan ajustar a los cambios necesarios”, subrayó la abanderada presidencial.

Por otro lado, Bachelet reiteró a la cúpula empresarial su preocupación por el déficit fiscal del 1% que heredará el próximo gobierno, pese a que la actual administración se ha beneficiado de altas tasas de crecimiento económico y de pleno empleo. “Muy distinta a la situación que vivimos en mi gobierno, en donde decidimos ahorrar los ingresos extras del cobre y destinar parte importante justamente a apoyar la economía para poder salir de la crisis”, concluyó la abanderada del pacto Nueva Mayoría.