Siete personas murieron la tarde este miércoles, tras ataques y explosiones en Irak, informaron fuentes médicas y de seguridad, mientras que las fuerzas del orden realizan operaciones masivas para tratar de poner un alto a la violencia en este país.

Hombres armados penetraron en la casa del jefe de una milicia anti Al Qaeda, matando a su hijo y a su primo, en el oeste de Bagdad.

Por otra parte, nueve bombas estallaron en la capital y en otras cuatro ciudades, matando a cinco personas, entre ellas un capitán del ejército y dos combatientes kurdos.

Asimismo, nuevos ataques contra un oleoducto en el norte de Irak causaron este miércoles la interrupción de las exportaciones de crudo a través de Turquía, indicó un responsable.

Las reparaciones comenzaron este mismo miércoles para intentar restablecer las exportaciones lo antes posible.

La violencia en Irak ha causado más de 3.500 muertos desde inicios 2013, según cifras de la AFP.

Las fuerzas de seguridad iraquíes han llevado a cabo en las últimas semanas algunas de sus mayores operaciones para hacer frente a la peor oleada de violencia desde 2008, si bien analistas y diplomáticos han considerado que las autoridades no han abordado las causas profundas de los disturbios.