Un líder del pueblo quilombola que había denunciado persecución a su comunidad, fue asesinado el lunes en Belém, capital del estado de Pará (norte), informó la estatal Agencia Brasil.

Teodoro Lalor de Lima, o Señor Lalor, presidente de la Asociación de Remanentes del Quilombo de Gurupá, fue apuñalado por un desconocido que ingresó a la casa de un familiar donde el líder estaba hospedado.

Lalor participaba en Belém de un encuentro del pueblo quilombola. La semana pasada, durante una audiencia promovida por los ministerios públicos Federal y del Estado, el líder denunció que miembros de su comunidad eran perseguidos por hacendados de la región.

Según la Agencia Brasil, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) reconoció recientemente las tierras de la comunidad de Gurupá como de ocupación tradicional de descendientes de esclavos llevados a esa región para trabajar en las haciendas.

En su página de internet, el INCRA describe a la comunidad quilombola como un grupo étnico, predominantemente constituido por población de raza negra rural y urbana.

Su nombre proviene de quilombo, como se conocía en el país al lugar en donde se escondían los esclavos que huían de las haciendas. El INCRA dice que actualmente existen más de 3.000 comunidades quilombola en el país.

Más allá de esta comunidad, varios pueblos indígenas de Brasil también han denunciado ser víctimas de violencia.

Según un estudio hecho por el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), la violencia contra las comunidades nativas creció más del triple entre 2011 y 2012 en Brasil, en muchos casos por la disputa por la tierra con los grandes hacendados.

Un total de 1.276 indígenas sufrieron violencia en 2012, contra 378 en 2011, reveló el informe anual del CIMI.

El estudio considera violencia las amenazas de muerte, los homicidios, los intentos de asesinato, el racismo, las lesiones corporales y las agresiones sexuales.

En Brasil viven 896.900 indígenas de 305 etnias, menos de 0,5% de la población de 194 millones de personas.

Las tierras indígenas ocupan el 12% del territorio, en buena parte en la Amazonía. Hay muchas tierras pendientes de reconocimiento en áreas pobladas y ocupadas por colonos para la agricultura.