Los 36 prisioneros islamistas que murieron este domingo cuando estaban siendo trasladados a una cárcel en las afueras de la capital murieron asfixiados por gases lacrimógenos de la policía durante un intento de fuga, anunció el ministerio del interior egipcio en un comunicado.

Se trata de 36 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes, la cofradía del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, destituido y detenido por el ejército el pasado 3 de julio, indicó el ministerio.

Alrededor de 1.000 islamistas han sido arrestados en los últimos cinco días.

El convoy de la policía transportaba a más de 600 Hermanos Musulmanes y simpatizantes del derrocado presidente Mursi desde El Cairo hacia una cárcel de las afueras de la capital egipcia.