Cinco custodios de un establecimiento ganadero de Tacuatí, a unos 400 km al norte de Asunción, fueron secuestrados y asesinados por el llamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) la noche del sábado, informó la policía este domingo.

“Vamos a ser firmes pero estratégicos en la lucha contra este grupo criminal”, dijo en rueda de prensa de este domingo el ministro del Interior, Francisco de Vargas.

“Se ha cometido el error de exponer operaciones estratégicas, tenemos que recurrir al sigilo”, agregó.

Se trata del primer ataque de la organización guerrillera de carácter marxista, desde que asumió el jueves el presidente Horacio Cartes por un período de cinco años.

También emboscaron a policías que llegaron al lugar para intervenir. Un uniformado resultó herido.

El EPP opera entre los departamentos de San Pedro y Concepción, los más pobres del país.

Una columna armada del EPP tomó por asalto un improvisado campamento situado a orillas de un tupido monte de la estancia Lagunita, a la altura del kilómetro 365 de la Ruta 3, en el distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro, según el informe.

La hacienda pertenece al brasileño Renato Recender.

En su mensaje el jueves, después de su juramento, el presidente Cartes dijo que los terroristas y criminales “no me van a marcar la agenda”.

Sin embargo, la noticia de los asesinatos causó conmoción en el ámbito policial.

De Vargas admitió que el presidente Cartes dio instrucciones “para actuar con el máximo rigor” contra el grupo ilegal.

“Si vamos a reaccionar solo ante cada evento, vamos a caer en el error que mencionó el Presidente de la República hace solo tres días, en el sentido de que no nos van a marcar la hoja de ruta los malvivientes”, precisó.

“Hay que actuar con proactividad y dejar de lado la reacción”, puntualizó.

A su turno, el ministro de Defensa, general Retirado Bernardino Soto Estigarribia dijo que las FFAA “están listas para intervenir” en la zona norte del país en caso de recibir una orden del Presidente.

La policía atribuye al EPP 31 muertes, 21 de ellas víctimas civiles y 10 policías, desde que comenzó a operar en la zona en el 2007.

El último sonado asesinato fue el del conocido ganadero Luis Lindstrom, quien fue emboscado en los límites de su propiedad, en las inmediaciones de Tacuatí.