La lactante chilota de Queilén que fue sometida a un inédito trasplante de hígado en la Clinica Las Condes el pasado 22 de julio presentó problemas post operatorios, por lo que deberá ahora someterse a un nuevo trasplante.

Javiera, de sólo tres meses de vida, había presentado una evolución favorable tras su compleja operación que duró más de siete horas. En ella le fue trasplantada la décima parte de un hígado gracias a la donación realizada por los familiares de una mujer fallecida.

Sin embargo, nuevos análisis médicos detectaron un proceso de calcificación en el nuevo hígado de la lactante que complicó su evolución médica, y los profesionales de la clínica informaron que Javiera deberá someterse a un nuevo trasplante para continuar con vida, pero esta vez requerirá un donante vivo.

Tras ser informados, los padres de la pequeña, Cristian Mansilla y Oriana Pinto, se sometieron a exámenes de compatibilidad para definir si uno de ellos puede donar parte de su hígado. De lo contrario, se deberá recurrir a una nueva búsqueda de donante para salvar la vida de la bebé chilota.

Oriana, la madre de Javiera, llamó a rezar por la salud de su hija.

Luego de conocerse la noticia en Queilén, feligreses del templo de la ciudad pidieron por la salud de Javiera durante la fiesta patronal de Nuestra Señora del Tránsito, mientras que en la sede social de la población Carlos Gómez Miranda se desarrolló un culto de acción de gracias, también para orar por bebé.

Alejandra Gómez, prima de Oriana, dijo que en la sureña comuna continuarán los benecifios para recaudar fondos que ayuden a costear la estadía del matrimonio en Santiago. También dio cuenta de la primera posible donante, si el hígado de Cristian, el padre de Javiera, no resulta compatible.

En cuando al estado de salud de la lactante, se informó que “ella está bien, recibiendo comida y no está conectada a ningún soporte”.