El ministerio del Interior egipcio anunció el jueves que la policía está autorizada a partir de la fecha a disparar balas reales a los manifestantes que ataquen bienes públicos o a las fuerzas del orden.

Este anuncio se produjo poco después de que los manifestantes islamistas prendieran fuego a la sede de la administración de una provincia de El Cairo, un día después de la dispersión de los partidarios del presidente derrocado Mohamed Mursi por parte de la policía y el ejército, que causó más de 500 muertos.