Será finalmente la Corte Suprema quien resolverá el recurso de protección contra Colbún y la termoeléctrica Santa María por la succión de recursos hidrobiológicos denunciada por algueras y pescadores de Coronel. La Corte de Apelaciones de Concepción, a pesar de informes que confirmaron problemas en el funcionamiento de la central, rechazó la acción legal y como ha sido su postura en estas materias, se inhibió en decretar medidas para resguardar el medioambiente marino.

No obstante los antecedentes aportados por el Servicio Nacional de Pesca, que dieron cuenta de falencias en el proceso de enfriamiento de la termoeléctrica, succionando langostinos y plancton, la Corte de Apelaciones de Concepción rechazó nuevamente un recurso contra Colbún y su central Santa María.

Lo hizo no obstante admitir la gravedad de lo denunciado por algueras y pescadores artesanales de Coronel, argumentando que, al existir una investigación de la Fiscalía y un proceso administrativo en la Superintendencia de Medio Ambiente, no podía intervenir.

El abogado Alex Quevedo presentó una apelación al fallo, el que será revisado por la Corte Suprema. Sostiene Quevedo que el tribunal penquista se escudó en procesos sancionatorios para no dictar una medida de protección.

Esta no es la primera vez que los ministros de la Corte de Concepción se inhiben de dictar medidas para prevenir actos que amenazan con dañar el medioambiente, ante lo cual el máximo tribunal ha intervenido y revocado sentencias.

Uno de esos casos es el recurso de protección contra Endesa, por su termoeléctrica Bocamina, como recuerda la abogada de pescadores artesanales, Pamela Villegas.

A diferencia de lo que ha acontencido en Cortes de alzadas del norte del país, al máximo tribunal penquista parece faltarle decisión, restándose a la hora de cuestionar y subsanar las calificaciones ambientales dictadas por una institucionalidad que a todas luces requiere de una cirugía mayor que despolitice sus pronunciamientos.