Los trabajadores del Observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter Array), ubicado a 5.200 metros de altura en el desierto de Atacama, votarán la huelga legal el próximo martes.

Su sindicato llegó a esa instancia, tras seis semanas de infructuosas conversaciones con los representantes de la Associated Universities Inc (AUI), en el marco de la negociación colectiva iniciada el pasado 1 de julio.

El presidente de la organización, Víctor González, explicó que el consorcio estadounidense no se ha movido de su negativa a acceder a las demandas del pliego de peticiones, lo que hace inminente que los trabajadores se inclinarán por la huelga.

“El ánimo general es de no aceptar lo que ha ofrecido la empresa y, por tanto, se va a proceder al rechazo y a votar la huelga; nosotros hemos invitado a la empresa a sentarse a negociar en estos días, ya conocida la última oferta, pero no ha dado luces de buscar un acuerdo con los trabajadores, así que la huelga -en ese escenario- es inevitable”, precisó el dirigente.

El presidente del Sindicato de ALMA expresó su inquietud porque la Dirección del Trabajo notificó que no está en condiciones de fiscalizar la huelga.

Según González, la AUI apela a un decreto que le otorgaría inmunidad en ese sentido, lo que impediría a la autoridad laboral supervisar el desarrollo del movimiento.

El dirigente señaló que la situación es confusa porque todo el proceso de negociación colectiva cuenta con la intervención de la Dirección del Trabajo “e, incluso, el ministro de fe que debe participar en la votación de la última oferta sube al observatorio y está ahí, presencialmente, verificando que se cumpla”.

Víctor González planteó esta preocupación al diputado comunista Hugo Gutiérrez, quien se comprometió a investigar la veracidad del mencionado decreto.

Entre las demandas del Sindicato de Trabajadores de ALMA están un incremento salarial del 15% sobre el IPC y el mejoramiento de una serie de beneficios en educación y asignaciones especiales por el aislamiento y la altura en que desempeñan sus labores.