Dos pilotos de la compañía aérea Turkish Airlines fueron secuestrados este viernes por hombres armados cuando salían del aeropuerto de Beirut, indicó a la AFP el ministro del interior, Marwan Charbel.

El suceso podría estar relacionado con el secuestro en Siria de nueve libaneses de confesión chiita en mayo de 2012, cuyas familias piden a Turquía que use su influencia sobre los rebeldes sirios para liberarlos.

Según fuentes próximas al gobierno, cuatro hombres armados secuestraron a los dos ciudadanos turcos, que han sido identificados como Murat Akpinar y Murat Agcar, cuando el autobús en el que viajaban se dirigía del aeropuerto al hotel. Las otras siete personas no fueron secuestradas.

El ministro libanés del Interior aseguró haber hablado con el embajador de Turquía en Beirut e indicó también que se había abierto una investigación y que el conductor había sido interrogado.

Según la cuenta oficial de Twitter del ministerio turco de Relaciones Exteriores, el jefe de la diplomacia turca Ahmet Davutoglu conversó por teléfono con el primer ministro libanés, Najib Mikati, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri.

“Mikati y Berri han expresado su tristeza frente a este incidente y han afirmado que tomaran todo tipo de medidas para la liberación de los pilotos”, añadió el ministerio.

Por su parte, Mikati indicó a la AFP que “durante la conversación con Davutoglu, he condenado este acto y le he dicho que haremos todo lo posible para identificar a los secuestradores y para liberar” a los dos pilotos turcos.

“Le he precisado también que llevamos a cabo todo los contactos necesarios en materia de seguridad, sobre todo después de que las familias de los rehenes (libaneses, ndlr) desmintieran toda implicación en el rapto”, añadió el primer ministro.

Tras el rapto, soldados del ejército libanés han sido desplegados en el sector y en la carretera donde ha tenido lugar el secuestro.

El embajador de Turquía en Beirut, Inan Ozyildiz, afirmó seguir el suceso de cerca y trabajar junto “con las partes libanesas para liberar a los dos hombres”, en declaraciones a la televisión turca.

En mayo de 2012 nueve libaneses chiitas fueron secuestrados en la ciudad siria de Alepo, un acto reivindicado por Abu Ibrahim, un hombre que aseguró ser miembro del Ejército Sirio Libre, uno de los grupos de rebeldes que luchan contra las fuerzas del presidente Bashar al Asad, si bien este grupo negó toda implicación en los hechos.

Aunque los secuestradores no pidieron rescate, aseguraron que los rehenes eran en realidad miembros del Hezbolá chiita libanés, que lucha junto a Asad.

Las familias de los rehenes han organizado varias protestas frente a las oficinas en Beirut de Turkish Airlines porque consideran que Turquía, que apoya a los rebeldes sirios, tendría que usar su influencia para liberarles.

Sin embargo uno de los representantes de las familias negó este viernes su implicación en el secuestro de los pilotos.