Los partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi, destituido por el ejército, convocaron nuevas protestas en Egipto este viernes a pesar de las amenazas de una inminente dispersión por la fuerza en las dos plazas que ocupan desde hace más de un mes en El Cairo.

La Alianza contra el Golpe de Estado y por la Democracia, que reúne a los partidarios de Mursi, pidió en un comunicado continuar la “lucha pacífica” con marchas en la capital y todo el país después de la gran plegaria del viernes, prevista a mediodía (10H00 GMT).

Los partidarios de Mursi están dispuestos a manifestarse “hasta el restablecimiento del presidente”.

En los diez últimos días la crisis se ha agravado con el fracaso los intentos de mediación internacional y el anuncio del gobierno interino, instaurado por el ejército, de que las protestas de los partidarios de Mursi serán dispersadas por la fuerza tras el fin del ramadán, que terminó el jueves.

Mursi, miembro del movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, es el primer presidente egipcio electo democráticamente. Fue derrocado y arrestado por el ejército el 3 de julio, en respuesta, según los militares, a las expectativas de millones de manifestantes que exigían su dimisión.

El jueves, el primer ministro interino Hazem el Beblawi advirtió que “la situación se está acercando al momento que nosotros preferiríamos evitar”.