En su visita a Puerto Montt, el candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, afirmó que ante un eventual Gobierno, en materia de salud, implementaría más consultorios en el país. Por otra parte culpó al Estado por la nula fiscalización ante los brotes de virus ISA en la zona.

En conversación con Radio Bío Bío, el abanderado del PRO se refirió al tema de la salud, enfatizando que no llegó a la región a pelear. Esto, en referencia a la reciente visita del ministro Jaime Mañalich a la Isla de Chiloé.

Si bien no hizo alusión al hospital de Quellón y a las mejoras en Castro y Ancud, se compromete, en un eventual gobierno, a la implementación de 200 consultorios a nivel país. Subrayó que en Los Lagos hay una carencia de especialistas, por lo tanto su compromiso con la salud es aumentar el gasto público.

Con respecto al tema de hospital de mediana complejidad para Puerto Varas, dijo que el patronazgo de Santiago es inaceptable y manifestó que no tiene problema con la existencia del mercado mientras sea vigilado, añadiendo que en salud pública no puede haber una lógica de negocio.

Junto a ello sostuvo que concesionar hospitales es una mala idea, indicando que el objetivo de las clinicas es el lucro y la salud de los chilenos no es un juego.

Consultado acerca de un plan de contingencia en un eventual Gobierno por los brotes de virus ISA en la zona, culpó directamente al Estado por la nula fiscalización de la aparición de éstos, deseando que la próxima administración sea vigilante.

Finalizó diciendo que conversó con una funcionaria de la salud del Hospital Base de Puerto Montt, quien le manifestó que se encuentra trabajando en el recinto asistencial por convicción, porque es donde le gusta estar. Tomó ese ejemplo para manifestar que él quiere ser presidente porque le apasiona, no porque quiera una cuota de poder.