Un adolescente brasileño de 13 años, sospechoso de matar a sus padres policías, a su tía y a su abuela y de luego suicidarse, podría no ser el autor del crimen, según un jefe policial que sugiere la culpabilidad de colegas corruptos de la madre del joven.

El coronel de la Policía Militar Wagner Dimas, comandante del 18 batallón donde trabajaba Andreia Regina Pesseghini, la madre del adolescente sospechoso del crimen, dijo a la prensa que “no está convencido” de que el adolescente sea el asesino de la familia.

El coronel señaló que la mujer denunció a algunos colegas policías supuestamente involucrados en el robo de cajeros automáticos. La investigación no concluyó nada y sólo motivó el traslado de algunos agentes, según Dimas.

“Estuve en el lugar (del crimen), participé, vi a los primeros vehículos llegar al lugar del crimen. Y estoy aún, digamos así, esperando una secuencia natural, dar tiempo al tiempo para entender que tal vez eso no haya sido así”, dijo el comandante el miércoles a la radio local Bandeirantes.

“Hoy no estoy del todo convencido”, insistió.

La principal línea de investigación de la Policía Civil señala que el joven Marcelo Eduardo Bovo Pesseghini fue el autor de los crímenes.

Los cinco cadáveres fueron descubiertos en la noche del lunes en las dos casas de la familia, que quedan en un mismo terreno en la zona norte de Sao Paulo.

Itagiba Franco, del departamento de Homicidios de la Policía Civil de Sao Paulo, señaló que “todo lleva a creer” que Marcelo mató a sus familiares, y volvió a plantear esa versión.

El joven Pesseghini ya había comentado con un amigo su deseo de matar a los padres, de huir y convertirse en sicario, según dijo Franco a la prensa.

La policía encontró tres armas en la sala de la casa, que pertenecían a la pareja de policías.

Las pericias forenses están en curso, pero la policía afirma que las muertes de los parientes de Marcelo tuvieron lugar en la noche del domingo al lunes. El lunes de mañana, el joven fue al colegio, donde actuó con normalidad. Horas después, fue hallado muerto junto a sus familiares.

La posibilidad de un acto de venganza contra los padres había sido descartada por la policía porque no había señales de violencia en la casa.

El joven padecía fibrosis cística, una enfermedad crónica y degenerativa.