Aproximadamente unos tres mil esqueletos del siglo XVIII, algunos con hasta nueve mil años de antigüedad, piezas de silex y monedas de oro del siglo XVI, se encontraron bajo el metro de Londres en las excavaciones para su ampliación.

El Hallazgo se produjo en North Woolwich (sureste de la capital británica). Estas osamentas reafirman la existencia de asentamientos humanos en la ribera sur del río Támesis, donde se encontró una fabrica de herramientas del Mesolítico que incluye 150 piezas de sílex. Los arqueólogos creen que los prehistóricos usaban ese lugar para crear sus instrumentos de sobreviviencia.

En el mismo sitio, se encuentra un cementerio del siglo XVII que podría albergar 3.000 cuerpos. Algunos cuerpos podrían ser pacientes del hospital psiquiátrico llamado Bedlam, quienes nunca fueron reclamados por sus familiares. También los esqueletos pueden ser de personas fallecidas durante las guerras y plagas como la peste.

La ampliación del metro de Londres es actualmente uno de los mayores planes de infraestructura en ejecución en Europa, con un presupuesto de unos 18.285 millones de euros, y en él participan empresas españolas como Ferrovial, que se encarga de construir estaciones y túneles.

Los descubrimientos no terminan ahí pues también se encontraron restos de una carretera de la época romana en buen estado, en cuyos cimientos se hallaba, para curiosidad de los arqueólogos, un hueso humano. “Esta localización hoy en el corazón de Liverpool Street mantiene un rico depósito de arqueología que permite echar un ojo a la historia de Londres de los últimos 2.000 años”, subrayó Carver. 

Los descubrimientos no terminan ahí pues también se encontraron restos de una carretera de la época romana en buen estado, en cuyos cimientos se hallaba, para curiosidad de los arqueólogos, un hueso humano.