Una férrea defensa de las drásticas recomendaciones que realizaron al INE realizó el vocero de la comisión externa revisora del Censo 2012, Osvaldo Larrañaga, medición que podría ser repetida debido a los errores metodológicos detectados.

La polémica por el Censo 2012 sumó un nuevo capítulo este miércoles luego que expertos pidieran este miércoles realizar un nuevo catastro abreviado en el 2015, al dar a conocer el resultado del proceso, en el cual se advirtió que éste no cumplió con los objetivos básicos y evidenció “serios problemas”.

Entre las falencias, destacan la tasa de omisión poblacional, es decir, el porcentaje de personas no censadas que alcanza el 9,3%, porcentaje tres veces superior a los obtenidos en censos recientes en otros países de la región.

Al respecto, el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Juan Eduardo Coeymans, aseguró ante la Comisión de la Cámara de Diputados que investiga lo ocurrido con el Censo 2012, que no existe ninguna intención de dilatar la decisión de realizar un nuevo censo en el país.

El directivo concurrió la tarde del martes a la comisión legislativa a la que estaba invitado con anterioridad a que se conociera el informe de la comisión de expertos contratados por el propio INE. Coeymans aclaró a los diputados que cuando se convocó a la comisión de expertos, esta medida tenía dos propósitos: hacer una evaluación del proceso censal pero también hacer recomendaciones sobre los pasos a seguir a futuro.

“En esa oportunidad señalé que la primera parte la íbamos a aceptar plenamente pero la segunda parte íbamos a pedir una segunda opinión, eso independiente de los resultados”, dijo el director del INE, y agregó que dado que la recomendación de la comisión fue hacer un nuevo censo y eso involucra una cantidad enorme de recursos, esta prevención se hace mas perentoria”.

“Es como si usted tiene un tumor en un pie y le recomiendan un médico que cree, tiene fe, y le recomienda una operación radical que consiste en cortar el pie, usted naturalmente diría pidamos una segunda opinión que a lo mejor en vez de cortar el pie podemos aplicar una terapia menos invasiva. Es razonable y prudente la decisión que tomé hace meses atrás”, acotó.

Ante los reparos que parlamentarios de oposición le hicieron a Coeymans por este aplazamiento de la decisión de realizar o no un nuevo censo, el director señaló que “no hay ninguna intención de estar dilatando, eso no corresponde”.

LARRAÑAGA DEFIENDE COMISIÓN

El vocero de la comisión revisora, Osvaldo Larrañaga, sostuvo por su parte que “el INE tiene las atribuciones de tomar o no esas recomendaciones”, aunque indicó que “si (Coeymans) nos invitó a nosotros, significa que tenía confianza en nuestros conocimientos y técnicas al respecto. Habría que preguntarle a él porqué llama a otra instancia”, insistió en entrevista a EMOL.

Consultado por una eventual revisión por parte de un organismo externo, el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reconoció que tiene ventajas y desventajas. “Estar afuera significa que, a lo mejor, tiene una mirada más amplia, pero obviamente tiene un desconocimiento de lo que pasa aquí adentro”, señaló. Sin embargo, advirtió que en la comisión revisora había un especialista en censos a nivel latinoamericano.

“Nosotros trabajamos tres meses, hicimos el trabajo más minucioso que podríamos haber hecho y llegamos a la convicción que está explicitada en el informe”, añadió.