La justicia española decretó este martes prisión preventiva para el pedófilo indultado por Marruecos y detenido el lunes en España mientras estudia la solicitud de extradición enviada desde Rabat tras revocar el perdón, informó una fuente judicial.

“Se decreta la prisión provisional comunicada e incondicional de Daniel Galván”, dijo el juez Fernando Andreu en su auto tras haber tomado declaración al pedófilo de 63 años, de origen iraquí pero con nombre y nacionalidad española.

El juez apeló al “riesgo de fuga” por parte de Galván, condenado en 2011 a treinta años de prisión en Marruecos por la violación de once menores e indultado el 30 de julio por el rey alauí Mohammed VI, que el domingo rectificó tras una ola de protestas ciudadanas en su país.

Tras ser perdonado, Galván consiguió llegar a España donde fue detenido el lunes en un hotel de Murcia, en el sureste del país, en virtud de una orden de arresto internacional lanzada por Rabat.

Sin familia ni residencia fija, Galván carece en España “de un mínimo arraigo familiar, social, económico, laboral o de otro tipo que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance del aparato judicial penal en caso de ser puesto en libertad”, argumenta Andreu.

La declaración ante el juez también brindó algo de luz sobre el oscuro pasado del detenido, que algún medio había identificado como un espía de origen iraquí que trabajaba para los servicios secretos extranjeros.

“El reclamado nació en Irak, país del que es natural, habiendo adquirido la nacionalidad española al casarse con una mujer española, de la que se encuentra divorciado; según ha declarado, su vida ha transcurrido mayoritariamente en Irak y en España” aunque también ha residido en Egipto, Siria, Jordania, Reino Unido o Marruecos, dice el juez.

El magistrado deberá estudiar en las próximas semanas si atiende a la petición de entrega del reo a Marruecos, algo que en principio impide el convenio de extradición entre ambos países.

El nombre de Galván fue incluido por Madrid en una lista enviada a Rabat de 30 presos españoles para los que se pedía un traslado, aunque finalmente fueron todos indultados.