Estados Unidos urgió el martes a todos sus ciudadanos a partir de Yemen, en el marco de una alerta global provocada por la interceptación de instrucciones dadas por el jefe de Al Qaida para cometer atentados.

El Departamento de Estado, que desde hace dos días mantiene cerradas decenas de misiones diplomáticas en Medio Oriente y África, ordenó evacuar a todo su personal diplomático no esencial de Yemen, pocas horas después de un ataque de drone que mató a cuatro militantes de Al Qaida en ese país.

Los medios estadounidenses aseguraron que el nivel de alerta se disparó debido a la interceptación la semana pasada de mensajes electrónicos entre el jefe de Al Qaida, Ayman al Zawahiri, y el líder de la red islamista en la Península Arábiga (cuya sede se halla en Yemen), Naser al Wuhayshi.

Según la edición del lunes del New York Times, Al Zawahiri ordenaba en esos mensajes organizar atentados a partir del domingo pasado.

Pero según la televisión CNN, Al Zawahiri le ordenó a Al Wuhayshi “hacer algo” y eso fue interpretado por las autoridades estadounidenses y yemeníes como una señal de atentado inminente.

A consecuencia de ello, el Departamento de Estado ordenó el ciere de 25 embajadas hasta el domingo e indicó posteriormente que 19 de ellas prolongarán el cierre hasta el 10 de agosto.

Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) es considerada como la rama con mayor capacidad operativa de la organización, que en los últimos años sufrió duros golpes en sus núcleos históricos de Afganistán y Pakistán.

AQPA intentó incluso cometer atentados en Estados Unidos, como en 2009 cuando quiso enviar a un pasajero de un avión comercial con explosivos en su ropa interior y trató de disimular bombas en material de impresión enviado en aviones de carga.

Washington llevó a cabo por su lado decenas de ataques con drones (aviones teleguiados) en las vastas zonas de Yemen que escapan al control gubernamental y que sirven de base al grupo islamista.

Un bombardeo de drone mató el martes a cuatro hombres que viajaban en un vehículo en la región de Marib, al este de Saná, indicó a la AFP una fuente de una tribu local. La agencia oficial de Yemen, Saba, confirmó la operación.

Uno de los fallecidos figuraba en una lista de 25 personas señaladas por las autoridades yemeníes como miembros de Al Qaida sospechosos de preparar atentados en coincidencia con el fin del mes de ayuno musulmán del ramadán, a fines de esta semana.

Se trata del cuarto ataque con drones contra miembros de Al Qaida en Yemen desde el 28 de julio, que dejaron un total de 17 muertos.

Hasta ahora no está claro si la orden del Departamento de Estado de evacuar a todo el personal diplomático no esencial está vinculada a esa operación.

Otros países occidentales, como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Noruega también cerraron sus misiones diplomáticas en la región.

Legisladores estadounidenses confirmaron el alto riesgo de atentados que podrían tener, según algunos de ellos, la gravedad de los cometidos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

Se trata “probablemente de una de las amenazas más creíbles y específicas que he visto desde, tal vez, el 11 de septiembre”, dijo el titular del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, en una entrevista con la televisión CBS.

Las legaciones diplomáticas estadounidenses en Abu Dabi, Amman, El Cairo, Riad, Dhahran, Yeda, Doha, Dubái, Kuwait, Manama, Mascate, Saná, Trípoli, Antananarivo, Bujumbura, Yibuti, Jartum, Kigali y Port Louis cerraron sus puertas el sábado y se prevé que sigan así hasta el 10 de agosto.

Se agregó a esa lista el cierre de misiones en Madagascar, Burundi, Ruanda e Islas Mauricio. Volverán a abrir en cambio las de Afganistán, Argelia, Bangladesh, Mauritania, Irak e Israel.

Aunque Washington haya ordenado ya en otras ocasiones el cierre de embajadas ante el riesgo de atentados, se estima que nunca esa decisión tuvo tal amplitud.

“Pasé 21 años en la CIA y creo que nunca vi 22 embajadas cerradas simultáneamente. Esto es muy, muy inusual”, dijo a CNN Robert Baer, ex agente en Medio Oriente de la central de inteligencia estadounidense.

Baer destacó que esa medida coincide con un repunte de la actividad de Al Qaida, demostrado en la reciente fuga masiva de cárceles de Libia e Irak y en los disturbios en Egipto y Malí, entre otros países.

La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió a los ciudadanos estadounidenses del riesgo de “ataques terroristas en sistemas de transporte público y otras infraestructuras turísticas”.

El domingo pasado, Interpol lanzó una alerta mundial relacionada con la fuga el mes pasado de “cientos de terroristas y otros criminales” de cárceles de nueve países, entre ellos Libia, Irak y Pakistán.

Saxby Chambliss, republicano miembro del Comité de Inteligencia del Senado, afirmó a NBC que las interceptaciones electrónicas fueron fundamentales para detectar las amenazas.

“Si no tuviéramos estos programas, sencillamente no seríamos capaces de escuchar lo que dicen los tipos malos”, dijo.

Los programas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) se encuentran bajo la lupa de la opinión estadounidense y mundial luego de que el exanalista Edward Snowden revelara la existencia de un gigantesco programa de vigilancia de comunicaciones en internet.