Un sacerdote ortodoxo de 75 años, muy crítico con la jerarquía eclesiástica y que defendió al grupo punk Pussy Riot, fue asesinado el lunes en Pskov (noroeste de Rusia), indicó el martes la policía local.

“El cadáver del sacerdote Pavel Adelgueim fue encontrado el lunes al anochecer en Pskov con heridas causadas por cuchilladas” cerca de una iglesia, indicó a la AFP la policía de la ciudad de Pskov, en la frontera con los países bálticos.

Según los investigadores, el religioso fue asesinado por un joven con problemas psiquiátricos al que había alojado en su casa durante tres días. El hombre, nacido en 1986, fue hospitalizado después de haberse lesionado él mismo con el cuchillo, según la misma fuente.

La muerte de Pavel Adelgueim, que estuvo preso en el gulag (campo de trabajos forzados) en la época soviética y era conocido por sus críticas a los líderes de la iglesia ortodoxa, ha causado gran conmoción en todo el el país.

“El último sacerdote libre del Patriarcado de Moscú fue asesinado”, escribió el archidiácono Andrei Kuraiev, uno de los blogueros ortodoxos más conocidos.

Adelgueim había criticado varias veces las relaciones entre la Iglesia ortodoxa y el Estado ruso. También fue uno de los firmantes de una carta en la que varias personalidades del país pedían al patriarca de Rusia que defendiera a las jóvenes del grupo Pussy Riot, condenadas por cantar una “oración punk” en la catedral de Cristo San Salvador de Moscú en la que pedían a la Santa Virgen que “expulsara a Putin” del poder.

“Esas mujeres desenmascararon la mentira de la Iglesia ortodoxa rusa y su relación poco natural con la Federación de Rusia”, escribió recientemente Adelgueim en su blog.

Dos de las jóvenes del grupo, que querían denunciar “la complicidad de la Iglesia y el Estado”, cumplen actualmente una pena de dos años en una colonia penitenciaria.