La justicia francesa decidió dejar en libertad a tres sujetos, de los cuales dos fueron condenados a tres meses de prisión y detenidos el jueves en Dreux (oeste) para ejecutar su pena, por falta de lugar en la cárcel.

Esta decisión provocó la “sorpresa” del ministro de Interior, Manuel Valls, y la “indignación” del diputado de la oposición de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Christian Estrosi.

En un informe dirigido este mismo día a la Dirección Central de Seguridad Pública del Ministerio de Interior, un comandante de policía escribe que un oficial de la policía judicial recibió la orden oral de la fiscalía de “liberar sin tardar” a los tres delincuentes “sin consecuencias judiciales con el pretexto que el penitenciario de Chartres (unos 100 km al suroeste de París) estaba “lleno”.

Entre los tres delincuentes figura un joven de 26 años condenado a tres meses de prisión por rebelión, violencia contra agente policial y conducir en estado de ebriedad.

La fiscalía de Chartres respondió el sábado que no tenía conocimiento del informe y agregó que no recibió “la consigna”, como lo escribe el comandante de policía en el informe, de no proceder más a ingresos penitenciarios hasta el primero de septiembre, en la cárcel de Chartres.

“Cuando recibamos el informe verificaremos con precisión de qué se trata”, señalaron en Chartres. “Pero a primera vista parecería que las personas en cuestión fueron condenadas a penas de prisión de entre dos y tres meses. Estaríamos entonces, dentro del marco de las directivas del Ministerio de Justicia” cuyo objetivo es regular las penas, agregó la fiscalía francesa.

En un comunicado publicado el sábado por la tarde, la ministra de Justicia, Christine Taubira, anunció que le llegaron informaciones contradictorias sobre este caso y pidió explicaciones a la fiscalía.

El ministro de Interior se declaró el sábado muy sorprendido por esta decisión e inquieto por sus consecuencias, según el entorno del mismo.

La cantidad de detenidos en las prisiones francesas alcanzó a principios de julio un nuevo récord de 68.569 detenidos para 57.320 plazas.