El rey Mohammed VI de Marruecos anunció la noche del sábado una investigación a raíz del indulto real concedido a un pederasta español reincidente, hecho que calificó de una lamentable liberación, afirmando que no tenía conocimiento del asunto.

El rey ordenó llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y los puntos de falla que han podido llevar a esta lamentable liberación.

Según se consignó desde el Palacio Real, esta investigación debe permitir identificar a la persona o personas responsables de esta negligencia a tomar las sanciones necesarias.

El rey señaló que nunca fue informado, de ninguna manera y en ningún momento, sobre la gravedad de los crímenes abyectos por los que el interesado había sido condenado.

El español en cuestión, de 60 años, y que ya habría dejado Marruecos, fue condenado en 2011 a 30 años de prisión por la violación de 11 menores de 4 a 15 años de edad y purgaba su pena en la prisión de Kenitra, en el norte del país.

Su nombre estaba incluido en una lista de 48 presos indultados en nombre de las excelentes relaciones entre España y Marruecos.

Por su parte, el rey Mohamed VI ordenó la liberación de 48 prisioneros españoles en respuesta a una solicitud del Rey Juan Carlos, la que se efectuó a mediados de julio en una visita oficial a Marruecos.

La gracia real al pederasta español, acordada el pasado martes, se ha convertido en escándalo en Marruecos, donde miles de personas han salido a las calles en diferentes ciudades para expresar su colera desafiando la represión policial.

La noche del viernes, en Rabat, una manifestación realizada cerca del Parlamento terminó con varias decenas de personas heridas. Otras protestas se desarrollaron en ciudaades del norte como Tánger y Tetuán, y fueron también dispersadas por las fuerzas de seguridad.

La noche del viernes se difundió en internet decenas de fotos y videos de manifestantes cubiertos de sangre o siendo golpeados por la policía, imágenes que suscitaron cientos de comentarios indignados.

El sábado se llevó a cabo una manifestación en Agadir (suroeste). La policía, que un primer momento intentó intervenir, dejó luego que se desarrollara una sentada de unas centenares de personas, según Maelainin Ettaki, una responsable local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

Nuevas manifestaciones de protesta han sido convocadas para el martes y el miércoles en Casablanca y Rabat.

Por su lado y denunciando un hecho de una “extrema gravedad”, la oposición española exigió el sábado una “explicación inmediata” al gobierno.

Hasta el momento, la prensa oficial marroquí no ha mencionado las protestas, así como el gobierno, que tampoco aludió a ellas.

En tanto, el ministro marroquí de Justicia Mustafa Ramid confirmó la información, pero estimó que no estaba habilitado para comentarla.

La clase política continúa con un perfil bajo en relación a este caso. Sólo el Partido Socialista unificado (PSU, oposición) reclamó que se suprima el derecho a indultar, prerrogativa exclusiva del monarca.

El gobierno, dominado por los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que intenta actualmente reconstruir una coalición tras la dimisión de su principal aliado, evitó pronunciarse sobre el caso.

Sólo de manera personal un dirigente del PJD se mostró más crítico el viernes por la noche al margen de una manifestación.

Según indicó el diputado Abdelali Hamiedin, es necesario reconocer que el indulto del pederasta fue un error. Señaló además que los marroquíes tienen el derecho a manifestar cuando se sienten humillados y las fuerzas de seguridad no tienen derecho a intervenir con tanta violencia.

En los últimos meses varios casos de pederastia salieron a la luz en Marruecos. En junio, un británico sospechoso fue detenido en Tetuán y en mayo un francés de 60 años fue condenado a 12 años de prisión por un tribunal de Casablanca por actos de pederastia.

También en mayo varias miles de personas participaron en una “marcha blanca” en Casablanca para denunciar la pederastia y la violencia contra los niños, luego de la agresión de una niña de nueve años, hecho que marcó a la opinión pública.