La estrella del pop Rihanna ganó una batalla legal para impedir que la cadena británica de moda Topshop venda poleras que portan su imagen.

La cantante de Barbados, que presentó la demanda con el nombre de Robyn Rihanna Fenty, buscaba compensaciones por el uso de su imagen sin su autorización.

Topshop, la famosa cadena de moda propiedad del multimillonario empresario británico Philip Green, negó haber intentado presentar la ropa como aprobada por la estrella.

El juez Colin Birss afirmó en su veredicto en el Tribunal Superior de Londres que “un número sustancioso” de compradores podrían haber sido engañados al comprar las camisetas de Topshop en la falsa creencia de que la cantante las había autorizado.

La acción de Topshop representó una pérdida de control sobre la reputación de Rihanna en la “esfera de la moda”, afirmó el juez.

Rihanna alegó que las camisetas fueron vendidas por Topshop en 2011 y comienzos de 2012 bajo el nombre de “Camiseta sin mangas Rihanna”, pero que cuando presentó la demanda lo cambiaron por “Camiseta sin mangas de chica con pañuelo en la cabeza” o “Camiseta sin mangas de un icono”.

El juez no mencionó la cuestión de las compensaciones en su veredicto hecho público este miércoles.

Rihanna, de 25 años, lanzó su propia colección de moda en Londres en febrero para una cadena competidora de Topshop, River Island.

En ese momento la estrella declaró que era “un sueño hecho realidad” diseñar su propia marca, en la que se incluyen sujetadores, vestidos rasgados y botas de caña alta.