La multimillonaria industria de las bebidas energéticas estadounidense unió sus fuerzas en Capitol Hill para luchar contra los reclamos de que sus productos con alto contenido de cafeína son perjudiciales para la salud de los más jóvenes.

Los más altos ejecutivos de Monster Beverage, Red Bull y Rockstar declararon ante el Comité de Comercio del Senado de Estados Unidos que no dirigen sus bebidas específicamente a los niños, a pesar de su agresivo uso de los medios sociales y el patrocinio de deportes de acción.

“Monster está, y siempre ha estado, comprometido con garantizar que todos los ingredientes de sus bebidas energéticas, incluida la cafeína, son seguras y cumplen las normas para su uso previsto”, afirmó Rodney Sacks, director ejecutivo de Monster Beverage.

Las bebidas energéticas son un pequeño pero creciente segmento en la industria de bebidas no alcohólicas en Estados Unidos, y los expertos de salud ya expresaron preocupación que su contenido en cafeína suponga riesgos en jóvenes, como arritmias de corazón y una presión arterial más alta.

El mes pasado, la American Medical Association pidió una prohibición en el marketing de las bebidas energizantes para jóvenes y adolescentes, afirmó el senador Jay Rockefeller, presidente del comité de comercio, al inicio de la sesión.

Rockefeller afirmó que en los primeros seis meses de este año, los centros de control tóxicos registraron 1.500 informes relacionados con bebidas energizantes “más de la mitad de los cuales estaban relacionados con niños menores de 18 años”.

Sentada en la sala de la audiencia estaba Wendy Crossland, que en octubre de 2012 demandó a Monster Beverage luego de que su hija Anais Fournier muriera en diciembre de 2011 tras consumir 24 latas de bebidas energéticas de Monster en 24 horas.

La causa de la muerte, según los doctores de la adolescente en Maryland, fue toxicidad de cafeína.

Sack por su parte argumentó que una lata de 160 miligramos de Monster Energy, su producto más vendido, tiene la mitad de cafeína que una taza similar de un café de Starbucks.

“La seguridad de la cafeína y otros ingredientes de las bebidas energéticas Monster está bien establecida por un conjunto abrumador de literatura generalmente aceptada y publicada por reputadas terceras partes”, dijo.

También estableció que la población demográfica primaria de Monster son jóvenes adultos masculinos y “no centra sus iniciativas de marca en jóvenes adolescentes”, aunque patrocina algo calificado como Monster Army para apoyar y desarrollar a atletas adolescentes.

La vicepresidente de Red Bull de América del Norte, Amy Taylor, cuyos productos fueron lanzados en Europa en 1987 y que ahora se venden en más de 165 países, afirma que los productos de la compañía son bebidas sofisticadas premium dirigidas honestamente a adultos.

Ella utilizó la audiencia del miércoles para anunciar que limitaría la cafeína en sus bebidas y que no utilizaría a niños o adolescentes en sus anuncios animados “Red Bull te da alas”.

Pero fue sorprendida fuera de guardia cuando el senador Ed Markey de Massachusetts destacó una publicación de Red Bull en la red social Instagram, que recomienda a los consumidores tomar una pastilla de dormir con un Red Bull y “dejar que la batalla comience”.

“No se debería haber publicado”, afirmó.

La copropietaria de Rockstar Janet Weiner afirmó que se sentía “victimizada” por la atención negativa otorgada a las bebidas energizantes pero prometió -como hicieran Sacks y Taylor- revisar las páginas de las redes sociales y eliminar cualquier entrada que aliente el consumo poco saludable de bebidas energizantes.