Hoy lunes 29 tendrá lugar la segunda y última función del Elenco Estelar de la ópera Romeo y Julieta en el Teatro Municipal de Santiago, en la que la joven y ascendente soprano chilena interpreta a la protagonista femenina.

Por Joel Poblete

El pasado viernes 26 de julio se realizó en el Teatro Municipal de Santiago la primera de las dos funciones del llamado Elenco Estelar de la ópera ‘Romeo y Julieta’, de Charles Gounod. El regreso de este romántico título, inspirado en la célebre obra teatral de Shakespeare, ha sido muy bien recibido por el público y la crítica en la versión de su Elenco Internacional, y había expectativas con el estreno de este segundo reparto, en particular por la participación de la joven soprano chilena Paulina González en el rol de Julieta.

Si bien ya ha cantado roles principales en óperas como ‘Zaide’ y ‘La flauta mágica’, de Mozart, y desde su debut en el Municipal en 2007 ha interpretado distintos papeles, incluyendo la Micaela de ‘Carmen’ el año pasado, esta es la primera vez que González interpreta a la protagonista femenina en una ópera en ese escenario. Y no defrauda: su hermosa voz fluye segura y potente, la técnica está bien dominada incluso en los momentos más exigentes, como en la ligera “Je veux vivre” y en la demandante “Amour, ranime mon courage”; y en lo actoral refleja muy bien el proceso de maduración que vive Julieta. Paulina González se vio bella y desenvuelta en escena y al final recibió entusiastas aplausos del público.

Junto a ella, debuta como Romeo el joven tenor estadounidense Zach Borichevsky, quien además de su elevada estatura y físico muy adecuado al rol exhibe una voz atractiva y bien timbrada, aunque no aborda de forma pareja todas las exigentes notas altas de la partitura: si algunos agudos están muy bien, a otros les falta firmeza y saber atacarlos. Su actuación es algo rígida y convencional, pero de todos modos convincente.

Todos los demás roles del Elenco Estelar están a cargo de cantantes chilenos. Se lucen especialmente el Mercutio del barítono Patricio Sabaté, la estupenda Marcela González como el paje Stéphano y el tenor Leonardo Navarro como Tebaldo. Carlos Guzmán sonó muy destemplado como Capuleto y al habitualmente excelente Ricardo Seguel, el rol de Fray Lorenzo, tradicionalmente cantado por bajos, no pareció quedarle del todo bien, al menos en las notas graves.

Al frente de la Orquesta Filarmónica, nuevamente el público tiene el privilegio de contar con un verdadero especialista en este repertorio, ya que el maestro franco-canadiense Yves Abel dirige ambos elencos de manera notable, emotiva e inspirada. La hermosa y sobria producción del equipo francés que encabeza el director de escena Jean-Louis Pichon -con el aporte del fallecido Frédéric Pineau en escenografía y vestuario, y Michel Theuil en iluminación- vuelve a lucir por igual sus virtudes y reparos, ya señalados al reseñar la función del Elenco Internacional.

Romeo y Julieta se presenta nuevamente este lunes 29 en su Elenco Estelar, y el martes 30 se realizará la última función con el Elenco Internacional.