En mayo pasado la Contraloría General de la República aceptó la petición de los laboratorios farmacéuticos de postergar la fecha tope para el proceso de bioequivalencia de medicamentos y le solicitó al Ministerio de Salud que diera plazos razonables.

Del 31 de julio se cambió al 31 de diciembre, para el primer grupo de principios activos, postergando en cinco meses el plazo que permite a las farmacéuticas realizar los estudios, para asegurar que un medicamento tenga el mismo efecto que el original.

Sin embargo para los laboratorios agrupados en Cámara Nacional de Laboratorios, Canalab, el 31 de diciembre sigue siendo muy pronto para cumplir con ese proceso.

El presidente de Canalab, Adrían Vega, indicó que los estudios requieren por lo menos un año y medio. Por ello, reiteró su llamado al ministro de Salud, Jaime Mañalich a que extienda nuevamente la fecha.

Una petición que también han hecho desde la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, Asilfa. Su gerente general, Elmer Torres, explicó que la infraestructura disponible y la capacidad de los centros autorizados para realizar los estudios no permitirán cumplir con esos tiempos.

Solicitudes que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha desestimado, instándolos a trabajar más rápido, ya que quien no cumpla con la fecha quedará fuera del mercado.

Hasta hoy ya suman 181 remedios con bioequivalencia comprobada y el gobierno pretende tener 230 en septiembre de este año.