A una pena de 15 años y un día fue condenado por el Tribunal Oral en lo Penal de Osorno, Héctor Hugo Calderón Campos de 46 años, trabajador agrícola imputado por el delito de femicidio.

El hecho ocurrió el 6 de junio de 2012 en el sector rural de Quema del Buey, comuna de Entre Lagos. Tras una discusión, y mientras dormía, el hombre tomó un cuchillo y degolló a su mujer identificada como María Verónica Ascencio Reyes, también de 46 años y con la cual llevaba viviendo 25 años. Tenían dos hijos en común y otros dos solo de ella de una relación anterior.

Una vez cometido el asesinato, el hombre tomó el cuchillo e intentó quitarse la vida de la misma forma, sin embargo no logró su intención. Uno de los hijos que pasaba todas las mañanas a verlos sorprendió ambos cuerpos tendidos en la cama del dormitorio matrimonial. Al percatarse que su padre aún podía respirar, llamó a Carabineros y a una ambulancia en la que fue trasladado rápidamente a un centro médico asistencial donde le salvaron la vida.

Según la versión del hombre en las audiencias del juicio, esa noche estuvieron conversando hasta tarde y ella le había confesado una infidelidad por la que lo dejaría, decisión que lo llevó a reaccionar con violencia.

Finalmente, el tribunal determinó una pena de 15 años y un día por el delito de femicio. Ésta no fue suficiente para el abogado querellante del Sernam de la región de Los Lagos, Boris Paredes, quien en conversación con Radio Bío Bío en Osorno reveló que esperaban que no se considerara las atenuantes solicitadas por la defensa -colaboración sustancial de la investigación e irreprochable conducta anterior-.

Los 15 años y un día de presidio eran justamente lo que solicitaba el Ministerio Público, mientras que el abogado querellante pedía cadena perpetua simple.

Fallo que lamentó el abogado querellante del Sernam, pues aseguró que si las penas no son más duras en los femicidios, este tipo de delitos continuarán suscitándose. Por lo mismo es que consideran apelar en la Corte de Valdivia para la nulidad del fallo durante los próximos 10 días.

Paredes concluyó con que en éste y tal como en otros casos, las causas típicas del femicidio fueron un control excesivo sobre la mujer y los celos enfermizos que terminaron por cegar al hombre y no percatarse de lo que hacía, considerando que no estaba bajo los efectos del alcohol cuando cometió el crimen.