Al menos 47 personas murieron este lunes como consecuencia de dos terremotos en una región montañosa y de difícil acceso de la provincia china de Gansu (noroeste), según un nuevo balance oficial.

El primer sismo tuvo lugar a las 07H45 (23H45 GMT) en esta provincia en gran parte desértica, con el epicentro situado a 170 kilómetros al sureste de la capital provincial Lanzhou, a una profundidad de 9,8 kilómetros, indicó el servicio geológico estadounidense (USGS).

Poco después, a las 09h12, una réplica de magnitud 5,6 sacudió la misma región, a una profundidad de 10,1 kilómetros, según el USGS.

Los dos sismos dejaron 47 muertos y 296 heridos graves y hubo al menos 371 réplicas, indicó a la AFP un responsable del servicio sismológico de Gansu.

“Más de 21.000 edificios quedaron gravemente afectados y otros 1.200 se han desplomado”, dijo el responsable.

Un habitante del distrito de Min, donde se situó el epicentro, que estaba trabajando en una fábrica cuando se produjo el sismo explicó a la AFP que vio desplomarse varios edificios.

“Estaba en el taller, noté una gran sacudida y me fui corriendo al patio de la fábrica”, explicó este hombre llamado Ma. “Cuando llegué al patio vi un edificio de 19 pisos, el más alto de nuestro distrito, que se balanceaba violentamente, sobre todo el último piso”, añadió.

En el distrito de Min, “más de 200 personas resultaron heridas en las siete zonas afectadas por los terremotos”, explicó por su parte a la AFP un responsable del comité del Partido Comunista del distrito llamado He, que no dio su apellido.

Los dos temblores también dejaron víctimas en los distritos de Zhang y Li, según la prensa local. El terremoto se sintió hasta Lanzhou, la capital de Gansu, e incluso en Xi’An, la capital de la provincia vecina de Shanxi.

Las imágenes de la televisión pública CCTV mostraron pueblos rurales llenos de escombros.

Los terremotos son frecuentes en el oeste de China y el pasado mes de abril un temblor de magnitud 6,6 provocó la muerte de 200 personas en Sichuan, el mismo lugar donde en 2008 otro sismo de magnitud 8 provocó la muerte de cerca de 90.000 personas.